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La economía se sacude el pánico aunque no escapa a la ralentización en 2020

Canarias será la comunidad autónoma que menos crecerá (1,1%), según el servicio de estudios de BBVA l El 'brexit' vuelve a ser la amenaza principal para las Islas

Cocineros trabajando.

Christine Lagarde se estrenó este mes -tomó posesión del cargo en noviembre- como presidenta del Banco Central Europeo (BCE) dejando todo tal y como se lo traspasó su predecesor, Mario Draghi. Explicó esa inacción por la percepción que tiene la institución bancaria europea de que existe el motivo para la esperanza y el supuesto nuevo batacazo de las economías occidentales se aleja. Canarias cierra otro año de crecimiento, pero mucho más tenue que en ejercicios precedentes, una tónica que se mantendrá y acentuará en el año que vamos a estrenar, y que se traducirá en una ralentización del mercado de trabajo.

Las elecciones celebradas este mismo mes en Reino Unido permiten a Boris Johnson concretar a la enésima oportunidad el brexit. Será el 31 de enero y a partir de entonces Canarias comenzará a conocer el peso del lastre que le supondrá la desconexión británica del proyecto europeo.

El 10% del PIB

El Observatorio Regional para el cuarto trimestre de este año, elaborado por el Servicio de Estudios de BBVA (BBVA Research), advierte de que Canarias es, junto a Baleares, la comunidad autónoma más expuesta a la traslación que la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) tendrá al negocio alojativo. Para el caso de ambos archipiélagos, los economistas de la entidad financiera señalan que el "gasto de los turistas británicos supone algo más del 10% del PIB regional".

Así las cosas, BBVA Research concluye que el producto interior bruto (PIB) de las Islas cerrará el presente ejercicio con un crecimiento del 1,6% y perderá fuelle a lo largo de 2020. Continuará al alza, pero el Archipiélago será la región que menos avanzará de toda España; su crecimiento se detendrá en el 1,1%.

A decir de los expertos, la desconexión británica tardará al menos un par de años en perfilarse. Es decir, por más que se hayan puesto sobre la mesa desde el mismo 2016 -año de celebración del referéndum- múltiples teorías sobre el significado profundo del proceso, no será sino la práctica la que acabe por determinar el nuevo estado de relaciones en lo comercial o el movimiento de las personas, por ejemplo.

Por tanto, no se prevé una espantada de turistas británicos a las primeras de cambio, aunque sí una acentuación de la tendencia a aplazar el momento en el que se realizan las reservas. Según se vaya acercando la fecha, crecerá entre los potenciales visitantes la sensación de que sus viajes pueden verse afectados por el proceso de salida, pero el repunte de estas actitudes amainará de manera rápida para terminar volviendo a la normalidad.

No obstante, el mercado turístico británico ha demostrado sobradamente su solidez. Hasta el mes de octubre, último para el que se ha publicado la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur), habían llegado 4,17 millones de viajeros desde Gran Bretaña, solo un 0,8% menos que en los primeros diez meses del pasado año. Solo la quiebra del turoperador Thomas Cook fue capaz de torcer el rumbo del principal mercado para el negocio alojativo canario; hasta septiembre, los números se pintaron en negro y no en rojo.

A la vista de esta demostrada fidelidad, cobra fuerza la corriente que sostiene que la verdadera partida se juega en las ayudas europeas que llegan al Archipiélago. Sin la aportación de Reino Unido a las arcas de la UE, todos los países intentan perder el menor terreno posible. Canarias, en concreto, aspira a que se mantengan en el nivel actual, para lo que hace valer su condición de región ultraperiférica (RUP).

Incluso las que reciben los productos hortofrutícolas de exportación. En torno al 45% de la producción canaria -principalmente tomate- se vende en Reino Unido, por lo que se revela fundamental establecer un mecanismo que permita mantener las ayudas a la comercialización y al transporte con dicho país.

Retornando a las estimaciones para 2020, el Gobierno de Canarias es más optimista que BBVA Research y sitúa el crecimiento del PIB en el 1,3%. La previsión recibió el visto bueno de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que la estima "prudente".

El empleo se mantiene

Tan escaso crecimiento hace temer por el empleo. Sin embargo, el Ejecutivo de Ángel Víctor Torres señala que no solo se mantendrá el nivel actual, sino que se logrará aumentar en siete décimas (0,7%). No obstante, este incremento relativo no bastará para que la tasa de paro se reduzca. Al contrario, el 20,9% del final de este año se convertirá en un 21,3% al cierre del próximo.

A lo largo de 2019 (hasta noviembre), la afiliación a la Seguridad Social mejoró en las Islas un 1,80%. Además, a pesar del aterrizaje del negocio turístico, el paro registrado en el sector de la hostelería se mantuvo prácticamente plano con una leve alza del 0,72%.

¿Dónde sí se observan las dudas sobre el devenir de la economía? El mercado laboral esconde rincones en los que se ocultan los temores. Por ejemplo, la evolución de las contrataciones indefinidas, las que se incrementan cuanto el escenario futuro exhibe solidez. En noviembre de este año fueron un 19,79% menos que en el mismo mes de 2018.

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