Ni en la cifra de trabajadores reubicados tras el cierre de hace una semana de las tres bases de Ryanair en Canarias se ponen de acuerdo la aerolínea irlandesa y los sindicatos. Mientras que la compañía aérea informó ayer de que un centenar de empleados han sido recolados en otras bases europeas manteniendo su antigüedad, USO y Sepla -organizaciones sindicales que representan a los tripulantes de cabina y pilotos, respectivamente- rebajaron la cifra al asegurar que solo continúan con trabajo 33 de los más de 300 trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Las bases aéreas que Ryanair tenía en Gran Canaria, Tenerife Sur y Lanzarote echaron el cierre el pasado día 8 en medio del caos y la desinformación. Los trabajadores se toparon con la exigencia de entregar sus uniformes y la sorpresa de cobrar "en diferido" sus finiquitos. A esto se sumó, además, que hasta las cinco de la tarde no empezaron a recibir sus cartas de despido. El director de Recursos Humanos de Ryanair, Darrell Hughes, detalló ayer durante un desayuno informativo en Madrid, que las recolocaciones en otras bases europeas de la compañía se han realizado según las preferencias de los trabajadores, según informa Europa Press. Y aunque señaló a que en torno a cien han sido recolocados, Sepla mantiene que solo han sido reubicados 20 de los 70 pilotos y USO que han seguido el mismo camino trece tripulantes de cabina: siete de Gran Canaria, tres de Tenerife Sur y otros tres de Lanzarote.

La low cost consumó el cierre de sus bases en el Archipiélago aludiendo a los problemas con el modelo 737 MAX de Boeing, que tiene prohibido el vuelo tras los dos accidentes que provocaron la muerte de 346 personas. Según la aerolínea, los despidos y los nuevos contratos temporales en Canarias y en Gerona, cuyo cierre llegó a plantearse, se han regido por la legislación española, aunque han apuntado que la semana pasada se reunieron con la Inspección de Trabajo de la Generalitat y con inspectores de Gerona, tras lo que han asumido que tendrán que matizar algunos aspectos terminológicos de los contratos.

Esto se produce semanas después de que saliera a la luz un informe de la Inspección de Trabajo de Cataluña en el que se constataba que los nuevos contratos firmados tanto por tripulantes de cabina como por los pilotos de la base de Ryanair en Girona no se ajustaban a la legislación nacional vigente.

En la ciudad catalana, la mayoría de los trabajadores han aceptado los nuevos contratos estacionales, mientras que una veintena se han acogido al ERE.

Los cierres en Canarias podrían no ser los últimos. La aerolínea irlandesa no descarta el cierre de más bases en España si hay nuevos retrasos en las entregas de aviones Boeing 737 MAX. Así lo indicó el director de marketing de Ryanair, Kenny Jacobs, que ha explicado que la aerolínea tenía prevista la entrega de hasta diez aeronaves de este tipo para este verano, aunque este número se podría ver mermado tras las revisiones de los reguladores. En España, Ryanair cuenta en la actualidad con nueve bases -sin contar con las ya cerradas en Canarias- y presencia en 26 aeropuertos, donde trabajan unas 3.000 personas.

"El único motivo por el cierre de bases son los retrasos en las entregas del 737 MAX", remarcó Jacobs, que explicó que dichos atrasos han supuesto el cierre de un total de siete bases en Europa durante el pasado ejercicio: Hamburgo, Nuremberg, Belfast, Skavsta (Estocolmo) y las tres de Canarias.

Ryanair cuenta con 210 pedidos del Boeing 737 MAX, de los que 135 han sido confirmados y otros 75 están en situación de "opciones". El retraso en la entrega de este modelo de avión supondrá una caída del tráfico de la aerolínea en España. No en vano, la low cost prevé un descenso del 1,5% para este año, aunque en Madrid, por ejemplo, espera un crecimiento del 1,5%, mientras que en los tres aeropuertos catalanes estima una reducción del 3%, que achaca, principalmente, a un descenso en Gerona. Aun así, la compañía remarca, según informa Europa Press, que a pesar de los problemas con el 737 MAX la previsión para los próximos cinco años es que la compañía crecerá en España.