Las oposiciones para Correos logran siempre un éxito de convocatoria garantizado. Los números hablan por sí solos: en Canarias, 10.897 personas se presentarán mañana a las 132 plazas que oferta esta sociedad estatal pública -66 por provincia-, lo que quiere decir que 82,5 aspirantes se p elearán por cada puesto. Visto por provincia la lucha parace más complicada. En Las Palmas, donde se han inscrito 6.453 aspirantes, hay 97,7 aspirantes para cada empleo, mientras que en Santa Cruz de Tenerife esta ratio es inferior ya que se han apuntado 4.444 personas, por lo que cada vacante se la disputarán 67,3 candidatos.

Las dos universidades públicas acogerán los exámenes para cubrir los puestos de reparto, clasificación y atención al cliente, concretamente en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la ULPGC, en el campus de Tafira, y la facultad de Derecho y Aulario General de Guajara de la ULL. Los más madrugadores serán quienes opten a los 106 puestos de reparto y los 11 de agentes de clasificación, cuyas pruebas arrancarán a las 8.00 horas, mientras que los aspirantes a las 15 plazas de atención al cliente se examinarán a las 12.30 horas.

En el conjunto de España, 166.348 personas se presentarán para lograr 4.005 puestos fijos. Esta convocatoria es la tercera que se celebra para recuperar los 15.000 empleos que se perdieron durante la crisis, de los que ya se han cubierto casi 8.000 hasta la fecha, 324 de ellos en Canarias -181 en las islas occidentales y 177 en las orientales-. Además, el pasado mes de diciembre se acordó realizar otra convocatoria para 3.421 plazas, cuyas bases se aprobarán a lo largo de este año y cuyo reparto por comunidades y provincias todavía no se ha decidido.

Cien preguntas

Los aspirantes que se presentarán mañana serán sobre todo actuales trabajadores eventuales de Correos que quieren consolidar su puesto, pero también personas ajenas a la sociedad pública. El

perfil será muy variado, tanto en edad como en género, y sumarán puntos quienes posean méritos como tener carné de moto, haberse presentado a una convocatoria anterior o contar con una carrera universitaria.

Los exámenes consistirán en un centenar de preguntas tipo test de las que 90 se centrarán en el funcionamiento del servicio postal, mientras que las diez restantes consistirán en una prueba psicotécnica de diez apartados, entre los que se incluirán series de números y figuras, así como textos de comprensión lectora.

"La preparación es básicamente teórica"explica el delegado de CCOO en Las Palmas, Ángel Cabanillas, "con cuestiones generales como el procedimiento que se sigue en Correos, los productos con los que trabaja y la legislación por la que se rige, desde la normativa más básica hasta el Servicio Postal Universal". Además, según el puesto al que se opte se plantearán preguntas concretas, como cuánto peso puede llevar un cartero o cuáles son los plazos de entrega de cartas y paquetes, en el caso de los agentes de reparto y clasificación. Por su parte, quienes opten a un empleo de atención al cliente deberán especializarse en el procedimiento informático y conocer cómo se realiza un giro postal o cómo se solicita y emite el voto por correo.

A esto se suma que quienes no forman parte de la plantilla de Correos se podrán encontrar con preguntas de apariencia surrealista, como "¿qué es el limbo?" -en referencia el departamento donde se limpian los materiales como cascos o sacas- o "¿en qué consiste embarriar las cartas?" -clasificarlas según los barrios, las calles y los portales-, jerga habitual de la empresa.

Para contestar a todas estas cuestiones no existe un temario oficial que los aspirantes puedan estudiar, por lo que los sindicatos y academias elaboran los suyos. CCOO se congratula del gran éxito de los aspirantes a los que forma -un 80% de ellos aprueba- ya que contrata a personal de Correos que no sólo prepara los temas sino que también los actualiza porque las normas, precios y procesos varían continuamente.