Retenciones de un par de kilómetros, gente corriendo y buscando su aula y risas nerviosas entre los que no encontraban la documentación que contrastaban con quienes caminaban con una tranquilidad pasmosa a pesar de que el reloj ya había marcado las 8 y 20 horas y las puertas al examen se habían cerrado a cal y canto. Este ambiente se respiraba ayer por la mañana en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la ULPGC, escenario de las oposiciones a Correos en Las Palmas. Una convocatoria que se celebraba de manera simultánea en toda España -en el caso de Santa Cruz de Tenerife tuvo lugar en la Facultad de Derecho y Aulario General de Guajara de la ULL- para cubrir 4.005 puestos fijos, de los que 132 corresponden a Canarias, concretamente 66 por provincia.

Como suele ocurrir en estas convocatorias, finalmente no todos los inscritos -10.897 en Canarias- se atreven a hacer el examen. Según informan Correos y Comisiones Obreras, el índice de participación en las Islas fue del 50% de las personas que se habían apuntado. Además, hasta un 20% se presentó a los dos exámenes convocados -carteros y clasificadores, por un lado, y personal de atención al cliente, por otro- para duplicar sus posibilidades ya que en total hubo 7.574 aspirantes. Para optar a los 117 puestos de reparto y clasificación, según datos de CCOO en Santa Cruz de Tenerife se presentaron 2.200 personas, un 50,1% de las inscritas, mientras que en Las Palmas lo hicieron 2.824 personas, un 44,8%, entre las que el perfil no podía ser más variado. Desde jóvenes estudiantes que en un alarde de lucidez y anticipación ya piensan en un futuro más seguro hasta curtidos trabajadores de Correos que llevan años intentando estabilizar su empleo.

Primos y carteros

Este último caso lo representaban ayer los primos lanzaroteños Carlos y Josefa Tejera, con una dilatada trayectoria en el servicio postal público y que se han presentado ya a varias oposiciones. "Pero esta vez sí las vamos a sacar, seguro además", aseguraba con una franca risa Carlos Tejera, que lleva la profesión de cartero casi en los genes ya que su padre lo fue durante más de tres décadas. Aunque ha tenido otros empleos, desde hace 13 años este conejero reparte cartas en Arrecife y ayer probaba suerte por tercera vez para consolidar este puesto. "Todos los años hay actualizaciones y las tienes que mirar porque a veces son cambios considerables", explicaba.

Su prima Josefa Tejera, cartera en la localidad turística de Puerto del Carmen, también se ha presentado varias veces porque disfruta con su trabajo. "Es muy de calle, conoces y te relacionas con mucha gente", relataba. A pesar de su experiencia, se mostraba cauta respecto a sus posibilidades. "Hay de todo, pero algunas preguntas son medio enrevesadas, tienen trampa. Además, tienes que contestarlas en una hora y, al ser tipo test, hay que leerlas con detenimiento y te tienes que concentrar para dar con la respuesta adecuada".

Desde la más absoluta inexperiencia y con una sorprendente juventud se presentaba Adolfo Sancho, grancanario de 23 años y estudiante de un curso de animación digital en 2D. "Un compañero nos dijo que hiciéramos el examen por probar y la verdad es que no perdemos nada", aseguraba. La misma previsión a largo plazo compartía su compañera de estudios, Bárbara Rodríguez, de 27 años, que explicaba que "tal y como está por aquí la situación, hay que tirar por varias ramas para encontrar trabajo". Un diagnóstico similar al que realizaba Marta Gil, que estudió Relaciones Laborales y que se ha presentado ya a varias oposiciones, aunque hasta ayer nunca a las de Correos. "No es lo mío, pero a los canarios no nos queda sino acudir a todas las convocatorias que se hagan". De todas formas, Gil reconocía que conseguir la plaza será muy difícil porque ella tiene varias amigas que trabajan desde hace 11 años en el servicio postal y todavía no son fijas "y, al final, estos exámenes se hacen para estas personas".

La jornada, que transcurrió con normalidad, prosiguió a las 12.30 horas con las pruebas para las 15 plazas de atención al cliente, que al ser menos atraían a menos gente, concretamente a 1.414 aspirantes en Las Palmas y 1.136 en Santa Cruz de Tenerife.