El presidente de AENA, Maurici Lucena, admitió ayer "preocupación máxima" desde finales de agosto en el gestor aeroportuario por las consecuencias de la quiebra de Thomas Cook principalmente en los archipiélagos de Canarias y Baleares. No obstante, recordó que más del 73% del vacío que dejó el turoperador se ha cubierto. "Es un golpe que entre todos hemos gestionado de manera eficaz; hubo algunas presiones "cuyo tono podría haber sido claramente mejorable".

La quiebra de Thomas Cook, dijo ayer Lucena durante su participación en el VI Foro Innovación Turística Hotusa Explora, fue uno de los grandes retos a los que se enfrentó el sector turístico durante 2019.

Sobre el problema del Boeing 737 MAX, modelo que permanece en tierra desde marzo de 2019 tras dos accidentes que deja- ron unos 350 fallecidos, el presidente del gestor aeroportuario destaca que la situación ha afectado a las líneas aéreas que se han visto obligadas a presentar crecimientos "más moderados que en el pasado", obligadas a ajustarse a una flota limitada, lo que ha derivado en "una programación de vuelos menos expansiva", en referencia a Norweigan y Ryanair.

Así, esgrime que el fenómeno ha podido ser "económicamente contraintuitivo", en el sentido en el que las compañías han cancelado las rutas que son "menos rentables" en el conjunto, pero no "desde el punto de vista individualizado". Además, ha añadió que, en el caso de España, si se están cancelando rutas, ha sido por este motivo, ya que "está aumentando el número de pasajeros" en general.