El nuevo embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, está convencido de que la salida de su país de la Unión Europea (UE) no afectará a la llegada de turistas británicos a Canarias. Elliott pronostica que el volumen será "muy parecido al actual". "No veo por qué el turismo británico tiene que bajar", dijo ayer, durante un acto organizado por la Cadena Ser.

El tan temido momento en que el Reino Unido deje de ser miembro de la UE está a la vuelta de la esquina. Será el 1 de febrero, aunque pocas cosas cambiarán durante este año, en el que estará vigente el periodo transitorio para definir las condiciones de la etapa posterior.

Incluso después de 2020 habrá cuestiones que, recalcó Elliot, no tienen por qué cambiar, al menos en "la gran mayoría" de aspectos. Una de ellas es el turismo y, en concreto, la evidente predilección que sienten los residentes en el Reino Unido por el Archipiélago y el flujo de sus visitas, que no ha hecho más que crecer en los últimos años -incluso después del referéndum-, un aumento que solo se ha visto interrumpido por los problemas en la conectividad aérea y la quiebra de Thomas Cook.

Sí hay un aspecto relacionado con la actividad turística que puede verse alterado y afecta a los británicos que pasan en las Islas varios meses buscando un mejor clima que el de las Islas Británicas durante el otoño y el invierno.

La normativa española solo permite pasar tres meses de cada seis en el territorio nacional sin más requisitos que el pasaporte para ser considerado turista, cuando muchas de estas personas prolongan sus estancias más allá de ese plazo. "Con la actual política migratoria no podrían. Necesitamos cambios", apuntó el representante diplomático del Reino Unido en España y Andorra.

Relaciones comerciales

El otro motivo de preocupación se centra en las relaciones comerciales, un aspecto que preocupa sobre todo al sector primario. En este aspecto, una vez superado el periodo transitorio, la salida del mercado único y de la unión aduanera hará inevitable que cambie el marco en el que se desarrolla la actividad.

Hugh Elliott resaltó la importancia de "mantener informados" a los empresarios "para que puedan hacer los cambios necesarios". Además, elogió "la experiencia" de los isleños en vender productos a países extracomunitarios. Por esta razón, el embajador expresó su confianza en que "las exportaciones canarias puedan seguir siendo fuertes".

El divorcio entre el Reino Unido y la UE "obliga y, al mismo tiempo, da la oportunidad" a los británicos de replantearse su "visión internacional y hacia el exterior". En ese aspecto, Elliott no descartó que Canarias pueda desempeñar un papel como plataforma de negocios en su entorno geográfico del que Gran Bretaña e Irlanda del Norte pudieran beneficiarse. Lo que sí tiene claro es que el brexit no restará poderío económico a su país por las facilidades que oferta para hacer negocios, lo que explica que "muchas empresas se lancen y tengan éxito" en la economía medioambiental, más que en otras naciones del club comunitario, aseguró. "Eso no tiene nada que ver con ser miembro de la UE y no va a cambiar", sentenció.

Al margen de sus efectos sobre la economía, la ruptura ha supuesto un motivo de inquietud para los alrededor de 40.000 británicos que residen en el Archipiélago y los entre 3.000 y 4.000 canarios que viven allí.

Sin embargo, aclaró el jefe de la diplomacia británica en España, el acuerdo de retirada protege los derechos de ambos colectivos, aunque también recordó que deben registrarse como residentes -asentados, en el caso de los españoles- este mismo año.

Las relaciones entre Reino Unido y Canarias se acercan ya a los cuatro siglos -en 1637 abrió el primer consulado británico- y, confió Elliott, se mantendrán. Para que así sea, será necesario profundizar en los vínculos ya existentes. "Siempre tenemos que trabajar los lazos", advirtió.

Antes de su intervención, la consejera de Turismo del Gobierno autonómico, Yaiza Castilla, remarcó la importancia del turismo británico, pues un tercio de los visitantes tienen esta nacionalidad. La cifra ha seguido creciendo y, según Castilla, "solo podría reducirse en caso de un deterioro significativo de las variables económicas o de la conectividad área", aunque "eso no va a suceder". "El Gobierno -dijo- trabaja intensamente para revertir el descenso de la conectividad".

La consejera felicitó al Ejecutivo británico por su "magnífica gestión y colaboración" en el operativo que permitió el retorno de los turistas a los que el cierre de Thomas Cook sorprendió en tierras isleñas. Tras la quiebra, una parte importante de las plazas se ha recuperado.

Además, "las aerolíneas no han finalizado su programación", lo que da más esperanzas. En cuanto a la demanda de viajes por los clientes del Reino Unido, "no debería verse afectada", apuntó Yaiza Castilla. "Canarias -afirmó- hará todo lo posible para mitigar el impacto de la salida y para que los británicos sigan considerando las Islas como su casa".