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El gasto en pensiones supera por primera vez en las Islas los 4.000 millones anuales

La paga de los jubilados sigue empobreciéndose frente a la media nacional pese al récord de gasto - Canarias lidera el crecimiento de la población pensionista en el país

Jubilados canarios descansan en un banco. JOSÉ CARLOS GUERRA

Canarias es la Comunidad Autónoma en que más aumentó el número de pensionistas el año pasado. Y con mucha diferencia. Fue en diciembre de 2018 cuando por primera vez se contabilizaron en el Archipiélago más de 300.000 pensionistas. Una cifra que no dejó de crecer en ninguno de los doce meses del último año y que ha seguido incrementándose en las primeras semanas de 2020. De hecho son 308.793 los canarios que estos últimos días han cobrado su paga mensual, incluidos tanto los jubilados como los perceptores de pensiones de incapacidad permanente, viudedad, orfandad o favor familiar. Este extraordinario crecimiento de la población pensionista no se corresponde, sin embargo, con la subida de la paga media, que experimentó en las Islas, junto con Madrid y Cataluña, la menor revalorización del país. No obstante, las prestaciones se incrementaron en 2019, como también ocurrió en 2018, en la misma medida que el Índice de Precios de Consumo (IPC) y, además, las pensiones mínimas subieron un 3%, con lo que el gasto público se disparó un año más. En 2019, y por primera vez en la historia, el coste de las pensiones superó en Canarias los 4.000 millones de euros. Y aun así, la brecha entre lo que ganan un jubilado canario y un jubilado de cualquier otra región ha crecido un 38,5% en la última década. En otras palabras: la pensión media en Canarias no solo no se aproxima a la cuantía media nacional, sino que se aleja cada vez más a cada año que pasa.

Para calibrar hasta qué punto se ha disparado el gasto en pensiones en la región basta con apuntar que la factura engorda cada mes una media de prácticamente 12 millones de euros. Así viene ocurriendo desde 2009. Ese año, la nómina de los jubilados y demás pensionistas isleños ascendió a 2.438,5 millones. Diez años después, la suma ya llega a 4.123,5 millones de euros. Es decir, el coste de las prestaciones creció en 1.685 millones en la Comunidad Autónoma en solo una década, la friolera de un 69%. O dicho de otro modo: por cada cien euros que los beneficiarios del sistema público recibían en 2009 hoy reciben 169 euros. Pero, con todo, hay un dato si cabe más esclarecedor: mientras que el gasto en pensiones en el Archipiélago se incrementó en los últimos diez años ese 69%, en el conjunto del país lo hizo solo un 50%. Y ¿cuáles son las razones de este sensible aumento? Fundamentalmente dos. Por un lado, el cada vez mayor número de pensionistas (más perceptores implican un mayor desembolso); por otro, la progresiva subida de la paga media, que es fruto de la también progresiva jubilación de canarios mejor formados, que tuvieron mejores empleos y, en general, mejor retribuidos. Los efectos de esto último son especialmente perceptibles en las Islas, ya que la pensión media siempre fue singularmente baja por distintas circunstancias. Desde el elevado número de mujeres que cobran la prestación de viudedad, porque aunque trabajaron como la que más nunca cotizaron o no lo hicieron lo suficiente para tener derecho a la pensión de jubilación, hasta las peculiaridades de una economía que depende sobremanera del sector servicios, sobre todo del turismo, con sueldos por lo general más bajos y hasta mucho más bajos que sectores como el industrial.

En cualquier caso, y aunque es perceptible ese cada vez mayor número de jubilados que tuvieron carreras laborales mucho más dignas que las de sus padres y abuelos, la pensión media en Canarias continúa estando entre las más bajas de España. Cada pensionista isleño percibió en 2019 una media mensual de 908 euros con 58 céntimos. Es más de lo que cobran los andaluces, murcianos, gallegos y extremeños, con pagas que oscilan entre los 825 y los 888 euros mensuales, y menos de lo que reciben los pensionistas de las restantes 12 autonomías. Pero lo peor es que ni siquiera esa paulatina mejora del mercado laboral de la región ha sido suficiente para disminuir la brecha entre lo que ingresan un jubilado canario medio y un jubilado medio del resto del país.

Un pensionista español gana hoy 990 euros y 50 céntimos mensuales, casi 82 euros más de lo que recibe un canario. Al cabo del año, la diferencia es de 1.148 euros, incluidas las dos pagas extras de julio y diciembre. Hace diez años, el pensionista español cobraba 754 euros y el isleño, 708 euros, con lo que la diferencia entonces era de 46 euros mensuales, esto es, 644 euros anuales. Lejos de estrecharse, la brecha, por tanto, se ha agrandado. En términos relativos, el jubilado canario ganaba en 2009 un 6,5% menos, y ahora gana un 9% menos. La distancia ha crecido así un 38,5%. ¿Por qué? Fundamentalmente porque los salarios que se pagan en las Islas, que en última instancia son la base de las futuras pensiones (la paga media equivale a un 80% del sueldo previo a la jubilación), siguen estando entre los más bajos del país. Uno de los últimos datos al respecto lo dio la empresa de recursos humanos Adecco, que calcula que el salario medio mensual del trabajador canario es de 1.445 euros, frente a los 1.658 euros que de media cobra un empleado de cualquier otro punto de España. Extremeños y murcianos son los únicos que ganan incluso menos que los asalariados del Archipiélago, que en definitiva perciben cada mes 213 euros menos, un 13% menos, que el empleado español medio, una considerable diferencia que a la larga se traduce en menos pensión. No extraña así que tampoco el año pasado se redujera la brecha, que de hecho siguió creciendo por más que el gasto global marcara un nuevo récord histórico.

La pensión media se revalorizó el año pasado en las Islas un 4,71%, el tercer porcentaje más bajo de las 17 comunidades autónomas. Únicamente los jubilados catalanes y madrileños disfrutaron de una subida menor, en su caso de un 4,67 y un 4,56% respectivamente. Pero eso sí, las pagas que ingresan los pensionistas de los dos motores económicos del país poco tienen que ver con esos 908 euros que cobran los canarios. Los catalanes perciben 1.027 euros; los madrileños, 1.165 euros.

El Archipiélago, en cambio, sí lidera el incremento de la población pensionista. Si bien es cierto que el número de jubilados y demás beneficiarios de prestaciones contributivas aumentó el año pasado en todas las comunidades autónomas, también lo es que el alza en el caso de las Islas es excepcional. En cada uno de los doce meses de 2019 hubo en Canarias una media de, exactamente, 304.092 perceptores de prestaciones de la Seguridad Social. En 2018 eran 295.997, de modo que 8.095 personas se convirtieron en pensionistas a lo largo del último año. O lo que es lo mismo: 675 canarios se incorporan cada mes a la nómina de la Seguridad Social. No obstante, es en términos porcentuales en los que se aprecia la verdadera dimensión del alza de los pensionistas canarios. El incremento de la cifra de personas que integran en las Islas este colectivo es de un 2,7%, siempre según la información de la base de datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, y no hay ninguna otra autonomía en la que el aumento llegue siquiera al 2%. De hecho, el segundo mayor incremento de la población pensionista lo registra la Comunidad de Madrid, con un 1,8%, es decir, prácticamente un punto menos que el experimentado en Canarias y dos décimas por debajo del 2%. Así que, en definitiva, 2019 se saldó en la región con un crecimiento notable de los pensionistas, un colectivo que en los últimos años ha ganado si cabe más influencia en la esfera política gracias a su capacidad de movilización, pero con las pagas cada vez más pequeñas en relación con las que se cobran en la mayoría de las restantes comunidades autónomas.

El año ha comenzado con casi 309.000 canarios en la nómina de la Seguridad Social, la gran mayoría, hasta 183.253, perceptores de la pensión de jubilación. El otro grupo más numeroso es el de quienes cobran la prestación de viudedad, 62.034 personas más de un 90% de las cuales son mujeres. Y hay también 44.597 isleños que perciben la pensión de incapacidad permanente, otros 16.646 que cobran la de orfandad y 2.245, la de favor familiar.

En este primer mes del año, los beneficiarios de la pensión de jubilación, la de mayor cuantía del sistema contributivo porque es la directamente relacionada con la carrera laboral del perceptor, han ingresado una media de 1.067 euros. La paga mensual es de 917 euros en el caso de los canarios que perciben la prestación de incapacidad permanente y de 681 euros en el de quienes cobran la de viudedad. Una media de 568 euros ingresan los isleños con pensiones de favor familiar y solo 379 euros quienes cobran la de orfandad.

Menos pagas no contributivas

  • A diferencia de los beneficiarios de pensiones contributivas, el número de canarios que cobran prestaciones de invalidez o de jubilación no contributivas (esta última la cobran quienes no cotizaron lo suficiente para percibir la jubilación ordinaria) disminuyó ligeramente el último año. 2019 terminó con 23.690 isleños en la nómina pública de perceptores de la prestación no contributiva de jubilación, 127 menos que en 2018. En el caso de quienes reciben la no contributiva de invalidez, 19.045 canarios están actualmente en nómina del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), 384 menos que hace un año. Las pensiones no contributivas, que se financian vía impuestos y no a través de las cotizaciones a la Seguridad Social, acarrearon el año pasado al erario público un gasto de unos 232 millones solo en las Islas.

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