El cero energético registrado en Tenerife el 29 de septiembre de 2019 tuvo un origen "fortuito e indetectable" para Red Eléctrica de España (REE), mientras que para Endesa una avería en un pequeño transformador jamás debió producir un apagón general y si lo hizo se debió a una estrategia incorrecta del distribuidor, REE. El director territorial de Endesa en Canarias, Pablo Casado, y el director de operaciones de REE, Eduardo Prieto, se echaron ayer uno a otro las culpas del fallo y la gestión del cero energético en una comparecencia en el Parlamento de Canarias.

Casado relató que el apagón que sufrió Tenerife ese soleado domingo de septiembre se inició a las 13:11 horas por la avería de "un pequeño transformador de tensión" que, al "deflagrar o explotar" causó un cortocircuito "generalizado" en la subestación de Granadilla. Si el primer fallo fue "inicialmente bien despejado por las protecciones de la red", en menos de 0,1 segundos, con el segundo no ocurrió igual, detalló. Tampoco actuaron a tiempo las protecciones de respaldo, que entran en funcionamiento si fallan las primeras: en lugar de hacerlo entre 0,1 y 0,3 segundos, como está establecido, lo hicieron en cerca de 1,1 (1.086 milisegundos). "El fallo prolongado en las protecciones de la red de transporte provocó la desconexión de los generadores renovables", que entonces aportaban el 40% de la electricidad, "y poco después del resto de generadores de Granadilla (55,5%) y Candelaria (4,5%)", afirmó Casado, para quien "una avería en un transformador de tensión nunca debería haber llevado a un cero de tensión". "Si se alcanzó esta situación fue por el fallo en el sistema de protecciones de REE", sostuvo.

Las críticas a REE también se extienden a su comportamiento durante el proceso para reponer el suministro, en el que, a su juicio, siguió una estrategia "incorrecta" y retrasó en cuatro horas la recuperación de la normalidad.

Manuel López, director de Mantenimiento de REE, calificó el incidente como "un fallo fortuito e indetectable", que en un primer momento fue "despejado sin consecuencias" y en el segundo cortocircuito requirió la "desconexión de todos los elementos conectados" a Granadilla. Explicó que las peculiaridades de los sistemas eléctricos canarios, en forma de malla, "mucho más pequeños y vulnerables", amplifican los efectos de la pérdida de una sola subestación. A diferencia de lo que ocurriría en la Península en una situación similar, en las Islas el peligro de "un cero", como el que se produjo, es muy elevado.