El expresidente de BBVA Francisco González niega que ordenara la contratación de forma opaca de la empresa Cenyt, propiedad del excomisario encarcelado José Manuel Villarejo, en contra de lo que indica el informe de la Fiscalía. González afirma que en su declaración en el juzgado número 6 de instrucción de la Audiencia Nacional "dejó claro" ante el juez titular y los fiscales que no participó en la contratación de la citada empresa ni tuvo conocimiento de la contratación de la misma por parte de BBVA hasta mayo de 2018. González sostiene que "nunca participó" en la contratación de ningún proveedor externo y que tal tarea correspondía a los responsables de las diferentes áreas.

El expresidente de BBVA considera que fue "muy tajante" en su declaración y considera, por tanto, que no puede atribuírsele "ningún tipo de responsabilidad sobre cualquier actividad ilegal que pudieran haber realizado".

Villarejo señala en un informe, que se enmarca dentro de sus apuntes destinados a justificar sus labores para BBVA, que lleva por título Proyecto FG que habría contactado con hasta 49 políticos, periodistas y colaboradores con el objetivo de boicotear el intento de Sacyr de entrar en el consejo de administración del BBVA.

A esto suma seguimientos de objetivos, pinchazos telefónicos, infiltraciones en servicios de seguridad y hasta incidencia en líneas editoriales de medios de comunicación. Según la sinopsis de ese in-forme, incluido en el sumario de la Pieza 9 del caso Tándem del que se ha levantado el secreto esta semana, el objetivo de Villarejo era "boicotear las acciones" previstas contra K (el cliente) y provocar el "abandono del acoso" contra González, así como mejorar su reputación.

El expresidente del BBVA, que está investigado por presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos, afirmó ante el juez que fue el exvicepresidente y ministro de Economía socialista, Pedro Solbes, el que le llamó por teléfono para avisarle de que la constructora Sacyr, con "apoyo del Gobierno", quería hacerse con el banco.