La obra pública licitada por las distintas administraciones sumó un monto inversor de 18.545,34 millones de euros durante el pasado año, un 11,8% más que en el ejercicio precedente, según datos de la patronal de constructoras y concesionarias Seopan. Canarias, sin embargo, no siguió la tendencia marcada por el conjunto del país, pues la licitación pública cayó un 3,3%, al pasar de 997.719 millones de euros a 964.703.

La promoción de proyectos públicos encadena así tres ejercicios consecutivos de crecimiento en España y alcanza su importe máximo de la última década. En concreto, desde 2010, cuando ya en plena crisis, pero aún en vísperas de los recortes de 2011, se lanzaron obras por 26.209 millones.

La licitación logra estas cotas a pesar de la situación de interinidad que tuvo durante gran parte del año el Gobierno central, que además tampoco contó con presupuestos para 2019, y de los procesos electorales autonómicas y locales celebrados en mayo. Precisamente las comunidades autónomas son las que más impulsaron la obra pública durante el pasado año, dado que pusieron en marcha proyectos por 6.158,7 millones de euros, un 47,7% más y la tercera parte (33,2%) del total estatal.

En el caso de las corporaciones locales, esto es, los ayuntamientos, los cabildos y las diputaciones provinciales, saldaron el año con un descenso del 13,8%, si bien lanzaron trabajos por 6.043,6 millones, el 32,6% del total estatal.

Respecto al Ministerio de Fomento, principal órgano inversor de la Administración central, moderó hasta el 6,7% los crecimientos en la licitación de obra que fue registrando durante el pasado año. En el conjunto del ejercicio, sacó a concurso proyectos por un importe total de 5.121,83 millones, gracias a que el impulso dado a los trabajos de carreteras amortiguó el descenso en promoción de obras ferroviarias.