Consejería de Economía, Empleo y Conocimiento; patronales de ambas provincias y representantes de los principales sindicatos -CCOO y UGT- se conjuraron ayer para impedir que el coronavirus infecte la economía del Archipiélago y pueda con ello destruir puestos de trabajo. La preocupación, que en absoluto lo es por el riesgo para la salud que presenta para el común de los ciudadanos una enfermedad con bajísima tasa de mortalidad, la genera el impacto que puede recibir la actividad turística.

La nueva consejera del departamento, Elena Máñez, tenía pendiente presentarse con su nuevo cargo ante los presidentes de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara; y CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco; así como con el secretario general en las Islas de CCOO-Canarias, Inocencio González, y un representante de la gestora de UGT, en este caso Pedro Martínez.

En el orden del día, asuntos como la recopilación de aportaciones a las futuras leyes de Economía Social y de Sociedades Cooperativas, ambas en periodo de consulta previa, o el modo de avanzar en la séptima concertación social, abierta en la primavera del año pasado. Sin embargo, resultó inevitable que se colara como asunto protagonista el coronavirus y en eso sí que todas las partes estuvieron de acuerdo: hay que terminar con las reacciones exageradas y poner en valor la seguridad del destino Canarias.

"Sobre todo, coincidimos en hacer lo posible por no alarmar", explicó el secretario general de la CCE, José Cristóbal García. Es necesario preservar a toda costa el turismo, porque "es un pilar", expuso por su parte Elena Máñez. La consejera destacó que se "está haciendo una buena gestión de la crisis" y abogó por "trasladar tranquilidad al sector" ante "la muy limitada incidencia" de la enfermedad.

Tampoco González escondió que las consecuencias "para el empleo pueden ser grandes" si no se logra echar el freno y regar de cordura una situación que se ha ido de las manos. "Ya no es tanto el miedo a la enfermedad como a quedarse en cuarentena cuando estás de vacaciones", apuntó el representante sindical. Las tres partes decidieron poner todo su empeño en que el ritmo de las reservas recuperen la normalidad anterior y crearon para ello un observatorio desde el Consejo Canario de Relaciones Laborales, recuperado por el viceconsejero de Empleo, Gustavo Santana.

En otro orden de cosas, hubo tiempo para explorar los avance que pueden esperarse en la séptima concertación social, muy atascada en lo que respecta a la mesa de fiscalidad y servicios públicos. Las patronales ya tributaron un sonoro rechazo a la decisión del Ejecutivo de elevar la presión fiscal este año.

"Es complicado llegar a un acuerdo sobre subidas de impuestos para sufragar los servicios públicos en el ámbito de la concertación", reconoció González. No obstante, el resto de mesas -formación profesional, simplificación administrativa e igualdad- evolucionan bien.