El sector turístico canario vuelve a contener la respiración menos de seis meses después de la quiebra del turoperador Thomas Cook. Ahora es el brote de coronavirus el que trae en jaque a la primera industria del Archipiélago. El Covid-19 ha derrumbado la demanda de vuelos y aún más las expectativas de los mercados, que están castigando fuertemente a las aerolíneas. Especialmente a Norwegian Air Shuttle, la compañía noruega de bajo coste, que el pasado viernes ya había perdido más de un 30% de su valor en Bolsa. La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, reconoció ayer en el Parlamento autonómico que la situación de la low cost escandinava es junto con el cierre de bases y la cancelación de rutas de Ryanair uno de los dos principales escollos que deben afrontar las Islas para recuperar la conectividad perdida. Castilla habló del "repliegue" de Norwegian, pero la preocupación no es tanto la reducción de plazas como que la compañía pueda continuar operando. Están en juego 280.000 asientos para volar al Archipiélago solo en la próxima temporada de verano.

Norwegian no es, ni mucho menos, la única aerolínea que está sufriendo los daños colaterales del coronavirus, pero es igualmente cierto que su situación es particularmente delicada. Las acciones de la empresa se hundían el viernes a mínimos de 15 años, y los analistas consideran que se verá obligada a ampliar capital para poder superar la coyuntura. El problema es que la compañía de bajo coste, nada menos que la tercera mayor low cost de Europa, ha recurrido hasta en tres ocasiones a la ampliación de capital en los dos últimos años. Además, lleva tres ejercicios en números rojos -casi cien millones de euros de pérdidas solo en 2019- y su volumen de deuda es considerable. Según cálculos del analista de ABG Petter Nystrom, publicados por Financial Times, Norwegian perderá otros 250 millones en el primer trimestre de este año, lo que dejaría a la firma noruega al borde de incumplir sus compromisos financieros. Es más, al final del segundo trimestre, apuntó el analista, "Norwegian incumplirá, según nuestros cálculos, dichos compromisos".

Lo que se juega Canarias con la supervivencia de la aerolínea nórdica no es precisamente poco. Mucho menos en las actuales circunstancias, cuando la quiebra de Thomas Cook dista mucho de estar totalmente superada, cuando la economía alemana se ha ralentizado y cuando el brexit es inminente. Y son precisamente Alemania y el Reino Unido los dos países que más turistas envían a las Islas. Si encima ahora le va mal a Norwegian, el afectado será el mercado escandinavo. Según cifras oficiales suministradas a este diario, la noruega ofertó en invierno un total de 420.000 plazas para volar a Canarias, a las que se suman las 280.000 programadas para el verano y que están ahora en el alero. En total son 700.000 plazas, menos que en ejercicios anteriores pero una cifra considerable.

Fuentes de la aerolínea explicaron que aunque la "incertidumbre" efectivamente está afectando a la demanda, los clientes "aún están reservando billetes". Es más, aseguraron que ya han vendido dos tercios de su oferta para este mes. No obstante, puntualizaron que la empresa está trabajando "en la optimización de su red de rutas de acuerdo con la situación actual".

La consejera Castilla quiso transmitir un mensaje de tranquilidad al asegurar que la influencia del coronavirus en el turismo se mitigará hacia el segundo trimestre y que la coyuntura será "más favorable" en verano. De momento, eso sí, la situación no solo no mejoró ayer, sino que incluso empeoró. La aerolínea colombiana Avianca, por ejemplo, anunció la cancelación de la ruta Cali-Madrid entre el 21 de marzo y el 30 de abril a consecuencia del coronavirus.