Las buenas previsiones del BBVA para la economía canaria para los próximos dos años tropieza con la incertidumbre que ha introducido el coronavirus las últimas semanas. La entidad presentó ayer su informe Situación Canarias, que contempla que el Archipiélago creará unos 38.000 empleos hasta el final de 2021. Sin embargo, la epidemia pone en riesgo esos cálculos, aun cuando sus efectos económicos serán "temporales", según el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, quien aconsejó adoptar medidas que atenúen su impacto, en particular sobre el mercado de trabajo. La firma cree necesario actuar para que las consecuencias no tengan carácter permanente sobre algunas empresas. "Hay que evitar al máximo cualquier tipo de despido, incluso temporal", advirtió.

El servicio de estudios del banco recomienda que las administraciones favorezcan "medidas laborales de flexibilidad interna", en forma de ayudas temporales a las cotizaciones sociales o complementos salariales que favorezcan el teletrabajo y los ajustes de jornadas. Las medidas fiscales, apuntó Doménech, deben ser "muy focalizadas, no de carácter general".

BBVA entiende que España, y también Canarias, está "mucho mejor preparada" que en otras ocasiones para afrontar una crisis como la que supone el Covid-19. Los bajos niveles de deuda de familias y empresas y el significativo aumento del empleo en los últimos años invitan al optimismo. No obstante, por su especial dependencia del turismo y la conectividad aérea, sectores "muy sensibles", el Archipiélago "puede verse más afectado que otras comunidades autónomas" -en especial tras la recomendación de Sanidad de no viajar si no es necesario-, si bien cuantificar en qué medida lo estará es ahora "muy apresurado". La afección será siempre diferente en función de las distintas circunstancias en que se encuentra cada una de las empresas, agregó Doménech.

El "primer frente de actuación" debe ser, a juicio de la entidad, procurar que las empresas no sufran "tensiones y problemas puntuales de liquidez". Para ello, confía en que el Banco Central Europeo (BCE) inyecte liquidez y evite que se resientan las primas de riesgo y, con ellas, las posibilidades de acceso a la financiación. En un plano más local, se muestra partidaria de garantizar el pago a proveedores por parte de las administraciones y así no provocar a las empresas dificultades en sus finanzas.

Los responsables del BBVA animan a mirar lo ocurrido en China como un motivo para el optimismo. La actuación de las autoridades del país asiático ha posibilitado que la situación mejore y que la economía vuelva a repuntar. "Eso tiene que ocurrir aquí con más razón", sostuvo Doménech. "La actividad va a volver. Lo ideal sería que las relaciones laborales no se destruyeran ni se cerraran proyectos empresariales", añadió.

Sesgo a la baja

La epidemia introduce un "sesgo a la baja" en las previsiones de la firma, que -sin contar con este efecto- apuntan a la creación de 38.000 puestos de trabajo en los próximos dos años, de tal manera que, al cierre de 2021, el volumen de empleo -940.000 ocupados- sobrepasaría en un 6% el que se registraba antes de la crisis. Eso sí, la tasa de paro se situaría alrededor del 18%, diez puntos por encima de finales de 2007. Que estas estimaciones se cumplan no depende solo de cómo se asimilen las consecuencias económicas del coronavirus, sino también de la evolución de otros factores de riesgo, como el brexit, las tensiones en Cataluña y el comportamiento de los destinos turísticos competidores.

Los cálculos de BBVA Research cifran en el 1,5% el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Canarias en 2019, cuatro décimas por debajo de la media nacional. La desaceleración se profundizará en 2020 -un 1,1% anual-, aunque la situación mejoraría -siempre sin tener en cuenta el impacto del Covid-19- a mediados del ejercicio, para remontar más claramente en 2021, que terminaría con un incremento del 1,8%, en una cierta convergencia con el alza del PIB del país (1,9%).