El teletrabajo es la rara avis del mercado laboral en las Islas, donde apenas un 6% de los ocupados tienen su hogar como centro de operaciones. Sin embargo, esta modalidad podría tener un inesperado e inusual aliado, el omnipresente coronavirus. Para contener la extraordinaria velocidad con la que se contagia el Covid-19, tanto el sector público como el privado han abierto la puerta a la posibilidad de que los empleados trabajen desde sus casas. Una medida que, sin embargo, por ahora no llevará a cabo el Ejecutivo autonómico debido a que el Archipiélago no está considerado una zona de riesgo y la edad media de los 70.000 empleados públicos canarios ronda los 48 años.

Sin embargo, muchas empresas elaboran ya planes de contingencia ante la crisis sanitaria desatada que incluyen, entre otras actuaciones y siempre que sea posible, que la plantilla no tenga que salir de sus domicilios para ejercer su profesión ante una situación de posible contagio. Para ejecutar esta medida de prevención será necesario no sólo vencer la reticencia inicial de algunos jefes ante la idea de que sus empleados no acudan al centro de trabajo, sino también que, en muchos casos, se establezcan las herramientas informáticas necesarias para poder trabajar de manera remota.

Canarias, al final del ranking

Un proceso que las patronales prevén que sea casi inasumible para las compañías que empiecen de cero, pues carecerán de tiempo para implantarlo, pero que sí podrán llevar acabo las que ya apostaban por el teletrabajo. Eso sí, siempre que acometan una más que probable inversión adicional, pues tendrán que reforzar sus servidores para que éstos soporten una mayor carga de trabajo y así extender esta práctica a la totalidad de la plantilla. De esta manera, cuando se regrese a la normalidad y la crisis del Covid-19 sea tan sólo un recuerdo, el porcentaje de teletrabajo habrá aumentado en Canarias y habrá llegado para quedarse.

Las Islas constituyen la última comunidad autónoma en número de teletrabajadores, con apenas 53.500. Una cantidad que se ha estancado respecto al año pasado, lo que conlleva un retroceso frente al ligero aumento ocurrido en el conjunto del Estado, donde esta modalidad laboral alcanza el 7,9% de los ocupados -más de 1,5 millones de personas-, lo que supone un nuevo máximo histórico y un aumento interanual de cuatro décimas, según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo.

Galicia (10,3%), Extremadura (10,2%) y Cataluña (9,3%) constituyen las autonomías que más apuestan por el teletrabajo. ¿Por qué Canarias no se sube a este carro? En primer lugar, porque su economía se basa en el sector servicios con el turismo como motor, dos ámbitos con un alto índice de empleados que trabajan de cara al público como camareros, dependientes o conductores de guaguas, entre otros. En segundo lugar, por el tejido productivo, basado en pequeñas y medianas empresas, algunas de ellas micropymes, y autónomos, que en ocasiones carecen de las herramientas indispensables.

De todas formas, el teletrabajo tiene también su público en las Islas pues muchas profesiones pueden realizarse desde cualquier escenario donde haya conexión a internet, un teléfono móvil y un ordenador. Además de los propios empleados públicos, trabajos de tipo administrativo y financiero, las asesorías, los bufetes o el propio periodismo pueden realizarse sin la obligación de acudir religiosamente al puesto de trabajo. En algunos casos, esta alternativa tal vez sólo pueda llevarse a cabo de manera parcial ya que la presencia física resulta imprescindible para determinados procedimientos -como escanear documentos o cubrir determinadas noticias-, pero esto ya habrá resultado un avance para flexibilizar la vida laboral de estos empleados. Porque, al margen de evitar el coronavirus, la conciliación es el verdadero objetivo que persigue ejercer la profesión a distancia.

Ayuda para que los padres se queden en casa

  • El Gobierno aprobará hoy un paquete de medidas económicas para que las empresas, autónomos y trabajadores puedan hacer frente a la crisis económica que pueda derivar de la expansión del coronavirus. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, adelantó que el Ejecutivo va a aprobar una prestación económica para ayudar a los padres que tengan que quedarse en casa, sin posibilidad de teletrabajar o reducir su jornada laboral, por el cierre de los colegios en las zonas en las que se haya tomado esa decisión (Madrid, Vitoria, La Rioja).Será una nueva prestación de la Seguridad Social con la que se compensará a los progenitores por la pérdida de ingresos por el tiempo que dejarán de trabajar para ocuparse de sus hijos y vendrá recogida en un decreto ley que el Gobierno espera tener listo hoy mismo. La ayuda correrá a cuenta de las arcas públicas por lo que tendrá un coste cero para las empresas. Para el Ejecutivo, en cambio, "tendrá un coste significativo, pero manejable", señaló Escrivá.No será la única medida que se tomará. Habrá más para la parte empresarial para echar una mano a los sectores que "inevitablemente" se verán afectados por disrupciones de su actividad y caídas de la demanda, como el turístico.