Pocas personas en las terrazas de los establecimientos hosteleros, bidones de cervezas en las puertas de los locales que aún permanecían cerrados, curiosidad y mucho enfado. La sensación que se respiraba durante gran parte de la jornada de ayer en el centro comercial Yumbo era de auténtica desolación.

Por un lado, una veintena de operarios apuraban las horas para desmontar rápidamente las distintas estructuras que conformaban el escenario del Carnaval Internacional de Maspalomas, y por otro los medianos empresarios montaban unas terrazas a las que aún asistían pocas personas. Entre ellos la conversación no era otra que la frustración que suponía la suspensión de las carnestolendas y el varapalo que sufrían sus bolsillos. Por delante, la esperanza de que el aplazamiento los actos pendientes del Carnaval pueda compensar la caída de los ingresos que esperaban obtener durante toda esta semana.

En las inmediaciones del edificio eran los feriantes quienes se apuraban a desmontar sus chiringuitos a toda prisa, ya que la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana había dado la orden de desalojar las calles aledañas al centro comercial durante la tarde de ayer para reabrirlas al tráfico. Frente a ellos, filas de proveedores andaban de un lado a otro recolocando toda la mercancía en sus camiones.

Las pocas personas que paseaban ayer por el interior y alrededor de Yumbo eran sobre todo personas mayores, ya que las jóvenes disfrutaban de la playa o de sus establecimientos alojativos, a la espera de poder disfrutar de las actividades de Yumbo durante la noche.

Gabinete de crisis

Gabinete de crisis

Durante la tarde del miércoles, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana convocó un gabinete de crisis con los proveedores más importantes del Carnaval para empezar las líneas a seguir, según explicó ayer a pie de escenario el concejal de Turismo, Alejandro Marichal.

En esa reunión se planteó a los feriantes la posibilidad de devolverles las tasas abonadas para instalar sus chiringuitos y a los carroceros se les trasmitió que se prevé organizar otra cabalgata, aunque sin fijar una fecha.

En este encuentro, explicó el edil, participaron también representantes de las grandes cadenas hoteleras. "Me trasmiten que habrá una caída de las reservas del 15% para abril y de hasta el 40% en mayo y lo peor es que no hay nuevas reservas", explicó, "por eso es intención del Ayuntamiento mantener una agenda de eventos potente que nos ayude a seguir promocionando nuestro destino y que invite a la gente a visitar nuestro municipio".