Las familias de Canarias que dependían de forma muy importante del comedor escolar para que sus hijos recibieran una correcta alimentación recibirán una compra de 120 euros para paliar sus necesidades, a través de un mecanismo que el Gobierno canario y los ayuntamientos han pactado este lunes con la patronal de supermercados de las islas.

Esta medida busca aliviar la situación en la que la suspensión de las clases por el riesgo de propagación del coronavirus y la declaración del estado de alarma dejaba a los 13.477 niños que comen de forma gratuita en los centros escolares del archipiélago.

Son los alumnos de la llamada "cuota cero", a los que el Gobierno canario no cobra nada por el servicio de comedor escolar, porque entiende que, dados los ingresos de sus familias, sus comidas principales dependen de la alimentación que reciben en el colegio.

Según informa el Gobierno canario en un comunicado, su Consejería de Derechos Sociales -en coordinación con la de Educación y la Federación de Municipios- va a realizar un contrato de emergencia con las cadenas de supermercados para que proporcionen a esas familias una compra por valor de 120 euros, "cantidad que supone el doble de la cantidad media de las cuotas de comedor escolar en los centros públicos de las islas".

"La composición de las compras se establecerá teniendo como referencia los menús mensuales de los comedores escolares y se harán llegar a las familias beneficiarias para que ajusten los ingredientes disponibles a la elaboración una dieta equilibrada", precisa la administración autonómica.

Las familias no tendrán que hacer, en principio, ningún trámite ni solicitud, ya que los supermercados implicados en este programa recibirán las direcciones y datos de contacto de los beneficiarios, de tal forma que puedan hacerles llegar las compras a domicilio.

"Esta medida de emergencia en una situación excepcional es posible gracias al real decreto de declaración de alarma", añade el Gobierno canario.