El transporte terrestre afronta esta crisis con la cara de las mercancías porque siguen circulando pero la cruz del transporte escolar y el turístico que están paralizados ¿no?
Efectivamente, tenemos dos caras de una misma moneda en puntos diametralmente opuestos. El transporte de mercancías está viviendo un momento de intensa actividad, mientras que el transporte de viajeros ha caído prácticamente en su totalidad. La parte de las mercancías está atendiendo a toda la actividad, sean productos de primera necesidad o no, con el añadido de que con la avalancha que se produce en los centros comerciales y en las farmacias no dan abasto las empresas de transporte a reponer todo lo que la gente se lleva. No hay falta de mercancías pero sí hay una fiebre social que está provocando que los transportistas estén trabajando infinidad de horas. De hecho, el Gobierno ha dejado en suspenso el funcionamiento del tacógrafo para que los camiones no se paren.
¿No hay trasvase de personal del transporte de viajeros al de mercancías para reforzar las plantillas?
Ahora mismo no se está produciendo ese trasvase. El transporte discrecional empezó con un problema porque empezó a descender levemente el sector turístico, pero cuando empezó la verdadera debacle fue cuando se suspendieron las clases en los centros educativos, por lo que de la noche a la mañana el transporte escolar se fue a cero. Después de eso ha ido cayendo la actividad turística de forma brutal, de tal forma que actualmente sólo estamos haciendo el 30% de la actividad habitual y las previsiones son que la próxima semana la caída nos dejará solo en el 10%. El resultado es que se han ido presentando expedientes de regulación temporal de empleo que afectan a más de 2.000 trabajadores.
¿Después de 20 años como secretario general de la patronal es la primera vez que el transporte afronta una situación tan grave como esta?
Esta situación es como un cero energético para el sector y eso nunca lo he vivido. Ha cogido a todo el mundo desprevenido y con unas medidas gubernamentales novedosas y con ciertas dificultades a la hora de interpretar las normas, cómo aplicarlas y vemos bastante desconcierto y descoordinación en las administraciones públicas. Por ejemplo, el Estado aprueba que el sector del transporte de mercancías es estratégico y no se puede parar ni con las fronteras cerradas. Sin embargo, en Canarias nos encontramos con que si no te para la Guardia Civil, lo hace la policía local o la autonómica de forma indebida y tenemos que contactar con las autoridades para evitar estos problemas. En estos días hasta nos han parado los camiones en el Puerto de La Luz para poder entrar y sacar la mercancía.
¿El paquete de medidas aprobado por el Gobierno es suficiente para el transporte?
Vemos dos partes. Si se aplica y se da agilidad a los ERTE y no se ponen chinas en el camino a posteriori nos parece acertado porque lo que intentamos es proteger los puestos de trabajo para evitar despidos y garantizar el retorno al empleo cuando acabe la crisis sanitaria. Por otra parte, las empresas de transporte de viajeros arrastran problemas de liquidez no solo por el coronavirus sino desde antes porque, en el caso de la Consejería de Educación, el último mes de pago del transporte escolar fue noviembre y una parte de diciembre y el resto nos lo debe. Esta parálisis coge ahora a los transportistas en una debilidad económica y un horizonte temporal horroroso. También nos topamos con diversidad de sensibilidades porque, mientras los cabildos y ayuntamientos han estado más cerca del sector del transporte para saber de nuestros problemas, en cambio desde el Gobierno autónomo ni han levantado el teléfono para ver qué nos pasa. Le hemos enviado una carta al presidente del Gobierno y no hemos recibido ni respuesta. Si el sector es realmente estratégico como dicen alguien se tendría que haber reunido ya con nosotros y ese detalle no lo hemos tenido. Debería existir una mesa de coordinación del transporte a nivel regional pero no la hay.
¿Dificulta gestionar una crisis como esta que el sector esté formado mayoritariamente por autónomos y pymes y que esté tan atomizado?
Es una dificultad porque hay muchos actores pero, por otra parte, tener un sector como este nos facilita la capacidad de flexibilizar y amoldarnos a pequeñas demandas bastante importantes. Hasta ahora no estamos teniendo problemas en ese sentido porque los medios tecnológicos actuales permiten una elevada capacidad de intercomunicación, de tal forma que podemos estar en contacto con cualquier conductor donde esté en cada momento. Asimismo la información que queramos transmitir también llega de inmediato a todas las empresas.
¿Cómo cree que será la recuperación, rápida o más lenta de lo previsto?
Creo que tardará un poco e irá progresivamente porque un problema como este no termina de una día para otro y en cada país habrá un escenario diferente del que depende el turismo que llegue a Canarias. No creo que nos recuperemos sino para la temporada de invierno e incluso ya para 2021. Otra parte que me preocupa es la del transporte escolar porque depende al 100% de la voluntad que haya en la Administración autonómica y ahora mismo la previsión que tenemos es muy mala porque la Consejería de Educación nos adeuda varios meses de servicios, tiene muchos frentes abiertos porque no han regularizado precios y hay muchos nubarrones en la gestión de la Consejería. Hay que tener en cuenta que si el 20 de abril es cuando se levantan las restricciones, será a partir de ahí cuando los funcionarios tramitarán los expedientes, por lo que las empresas no cobrarán hasta el verano o después. De momento no tenemos nada y nos tememos que cuando se normalice la situación haya empresas de transporte escolar que digan que no pueden retomar la actividad.
¿Este escenario aboca a cierre de empresas y despidos?
Sería penoso pero es posible porque es la Administración la que lleva al incumplimiento del contrato y no tenemos responsabilidad. Sería lamentable que no se pudiera volver a la actividad y que los trabajadores no pudieran volver a sus puestos de trabajo. Estoy convencido de que el Gobierno desconoce que existe este problema en el transporte escolar. En otras comunidades autónomas los gobiernos han aprobado planes de apoyo al sector e incentivos para paliar gastos, cuestiones que aquí no se han hecho.
¿Van a tomar medidas ante estas dificultades?
El problema son los inconvenientes que estamos teniendo en los accesos a los puertos porque nos para la policía sin necesidad cuando las terminales están funcionando y los barcos están llegando, es decir, que el engranaje logístico sigue su curso. Los trabajadores y empresarios del transporte de mercancías están empezando a enfadarse porque están haciendo infinidad de horas y todo el día en la calle para que después les estén parando por cuestiones en las que no tienen razón. Por esta situación está empezándose a germinar un cierto malestar.
