Ninguna herida puede restañarse hasta meter en vereda al coronavirus. Toca aguantar la respiración durante la asfixia de la economía canaria por el cese temporal de la actividad de sus pulmones: turismo y comercio. Mientras, a los expertos les toca anticipar el tamaño del boquete que habrá de rellenarse cuando la vida vuelva a una normalidad, cuanto menos, relativa. El Centro de Predicción Económica (Ceprede) coloca al Archipiélago como la segunda comunidad autónoma más afectada. La factura ascenderá a 960 millones de euros y 14.014 empleos.

Solo Baleares (-2,7%) supera la caída del 2,1% que padecerá el producto interior bruto (PIB) de Canarias durante el tiempo que dure la cuarentena a la que ha obligado la pandemia global por coronavirus. Es decir, el mayor daño lo sufrirán las dos regiones españolas cuya estructura económica presenta una dependencia mayor del negocio alojativo.

Los analistas del Ceprede establecen una clasificación de actividades económicas y miden su grado de afectación en términos de paralización. Entre las que se quedan a cero se encuentran los "servicios de alojamiento y de comidas y bebidas", y los "servicios de agencias de viajes, operadores turísticos y otros".

Poco resta por añadir cuando el turismo supone más de un tercio del PIB canario. Y ese poco a sumar es ni más ni menos que el golpe que sufre el comercio, que es del 49%, pero porque el 51% restante lo concentran los subsectores de alimentación, farmacia y las demás excepciones que escapan del cerrojazo impulsado y bendecido por Madrid.

"Como primera aproximación, se ha asumido que el estado de alarma supondría una paralización completa de los gastos en consumo privado destinados a vehículos, alojamiento y hostelería, agencias de viajes...", enumera el Ceprede.

El resultado de los cálculos señala que el PIB nacional sufrirá un mordisco del 1,7%. Además, en un año en el que ya se había descontado una clara ralentización en la actividad y en la creación de empleo.

Resta por conocer el tiempo de recuperación. En lo que respecta al turismo, "dependerá de muchas variables internas y externas", señala Pablo Díaz Luque, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

"Si el virus desaparece pronto, la recuperación podrá darse en un plazo no excesivamente dañino", añade. ¿Pero cuánto es eso? "Pasado el verano", admite y eso, sobre todo para las muchas pymes que beben del turismo, sí es un plazo dañino.

La única ocupación ahora es poner todo en orden. La Consejería de Turismo pidió ayer a Madrid una excepcionalidad para vaciar las Islas de visitantes. Un total de 262.796 turistas ya salieron, pero el Gobierno canario estima que aún quedan poco menos de 10.000 sin vuelo.