Endesa ha adoptado todas las medidas de seguridad a su alcance para garantizar la calidad del servicio eléctrico ante el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, informa la empresa.

Por ello, la compañía ha duplicado las instalaciones de sus centros de control de la red, tanto en Canarias como en otros territorios donde Endesa opera como distribuidora eléctrica, y ha reforzado de esta manera la seguridad del suministro eléctrico, indica Endesa en un comunicado.

Los centros de control de la red son los puntos neurálgicos del sistema eléctrico desde donde se controla y supervisa la transformación y la distribución de la energía eléctrica, desde la red de transporte hasta su consumo final, durante 24 horas al día los 365 días del año.

"Por tanto, su correcto funcionamiento es clave para garantizar un servicio tan esencial para la sociedad", asegura la compañía eléctrica.

Plan Operativo de Emergencia

En el contexto de excepcionalidad ocasionado por el coronavirus, Endesa implantó al comienzo de esta crisis sanitaria un Plan Operativo de Emergencia para asegurar el desempeño de estos centros de control con medidas como su duplicación, activó espacios gemelos desde donde se puede gestionar la red en paralelo.

También se adoptó la interoperabilidad de los diferentes centros y puestos, para compartir la gestión desde diversos puntos; la separación en grupos a los empleados para prevenir posibles contagios; así como extremar las medidas de limpieza e higiene tanto personal como de los puestos de trabajo.

Desde el centro de control de Canarias, que a lo largo del año pasado realizó cerca de 69.000 maniobras de telecontrol en la red, se está llevando a cabo un exhaustivo trabajo de supervisión y monitorización en la red para poder dar respuesta inmediata si surge cualquier imprevisto, asegura la empresa.

En el archipiélago, Endesa cuenta con una red de 7.063 km de líneas de Media Tensión, 18.964 km de líneas de Baja Tensión, 8.739 centros de transformación y 90 subestaciones.

Asimismo, debido a que constituyen un punto esencial dentro del sistema eléctrico, estos centros cuentan con una serie de medidas de protección orientadas a garantizar su funcionamiento mediante conmutación automática, con más de una fuente eléctrica para conmutarlas en caso necesario; Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), a través de baterías y otros elementos almacenadores de energía; y grupos electrógenos; que entran en funcionamiento si el corte de alimentación persiste.