La Seguridad Social ha tramitado ya más de 130.000 bajas laborales de trabajadores infectados por el coronavirus o con medidas de aislamiento por el mismo.

Así lo ha detallado este miércoles el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien ha recordado que el Gobierno decidió, cuando comenzaron a darse los casos de infectados por este virus, asimilar las condiciones de esta baja a las de incapacidad temporal por contingencias profesionales.

Ello implica que la baja no se considera por enfermedad común, lo que permite al trabajador cobrarla desde el primer día y por un mayor porcentaje de su salario, en tanto que las empresas no deben abonar nada ya que es la Seguridad Social es la que "ha asumido el coste".

La baja por enfermedad común se cobra a partir del cuarto día, a no ser que el convenio al que se acoja el trabajador mejore esta cobertura.

Entre el cuarto y el decimoquinto de baja, ambos incluidos, el abono de la prestación por esta incapacidad temporal corresponde al empresario para pasar después a pagarse desde la Seguridad Social.

El cambio ha supuesto un alivio para los costes de las empresas y también una mejora de las condiciones de la baja para los trabajadores afectados, que pasan a percibir el 75 % de su base reguladora en lugar del 60 %.