Bankia se ha fijado como prioridad mantener su solvencia ante el impacto potencial de la situación generada por la expansión del coronavirus Covid-19, renunciando así a distribuir su exceso de capital en forma de dividendo extraordinario comprometido para este año.

"El consejo de administración de Bankia considera que mantener el liderazgo en solvencia en estos momentos excepcionales es clave y prioritario y que, por tanto, la política de dividendos de la entidad debe ser de máxima prudencia", señala la entidad en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De este modo, Bankia ha revisado el objetivo de distribución de capital fijado en su plan estratégico para 2018-2020, renunciando a cualquier reparto de carácter extraordinario para el presente ejercicio y anticipando criterios de extrema prudencia a la hora de definir el eventual dividendo con cargo al ejercicio 2020, el cual se analizará durante el año, debido a que no hay prisas por no entregarse a cuenta.

Así, el objetivo de retribuir con 2.500 millones de euros a los accionistas durante el trienio 2018-2020, tal y como había prometido la entidad, queda condicionado al efecto que pueda tener esta crisis.

"Cuando lanzamos nuestro plan estratégico hace dos años, en unas condiciones muy distintas a las actuales, nos fijamos como objetivo el reparto de 2.500 millones de euros en los tres ejercicios de vigencia del plan. Este objetivo, dado el entorno actual, es evidente que tiene que ser revisado", ha lamentado el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en su discurso durante la junta ordinaria de accionistas.

Extrema prudencia

La definición del dividendo del ejercicio 2020, que comenzará ya en los resultados correspondientes al primer trimestre del año en curso, se guiará entonces con criterios de "extrema prudencia", como ha reiterado Goirigolzarri.

La entidad señala que esta actuación, que se ha adoptado coincidiendo con la celebración de su junta ordinaria, se produce como medida para dotarse de la máxima flexibilidad para afrontar las necesidades de financiación de las familias y empresas españolas en el incierto entorno actual.

Para el consejo de administración, mantener la ventaja de un alto nivel de solvencia, que ha calificado como el punto fuerte del banco, seguirá siendo prioritario.

"El capital es el mejor seguro ante cualquier tipo de imprevisto, y es lo que permite a las entidades financieras desarrollar su operativa de una forma segura", ha subrayado el presidente de Bankia durante la reunión con accionistas celebrada telemáticamente este viernes.

Bankia presentaba una ratio 'CET 1 Fully Loaded' del 13,02% a cierre de 2019, mientras que desde una perspectiva regulatoria, la ratio 'CET 1 Phase In' se colocaba en el 14,32%, lo que representaba un exceso respecto al nivel de requerimientos regulatorios (MDAs) de 507 puntos básicos, equivalente a más de 4.100 millones de euros de capital.

Así, aunque el presidente de la entidad ha reconocido que el negocio bancario siempre es importante para tener un balance saneado y capitalizado, la solvencia es "especialmente relevante" ante momentos de gran incertidumbre como el actual.

Remuneración de preferentes

Con todo, la sociedad mantiene la aprobación del pago de un dividendo con cargo a los beneficios obtenidos en el ejercicio de 2019 de 355 millones de euros. Lo que supone 11,576 céntimos por acción, que es una cantidad idéntica a la del año anterior.

Además, el banco ha asegurado que esta decisión no afecta, en ningún caso, a la remuneración de las participaciones preferentes eventualmente convertibles en acciones (Additional Tier 1) en circulación, que seguirá siendo pagada de acuerdo con el marco regulatorio y de supervisión vigente.

"Desde este absoluto realismo, creo que cuentan ustedes con un banco que tiene unas ideas estratégicas bien definidas, unos estados financieros sólidos, un notable músculo comercial y un esquema de dirección bien pertrechado. Dicho eso, tenemos mucho trabajo por delante, y no va a ser un trabajo fácil", ha admitido Goirigolzarri.

Impacto del Covid-19

Por otro lado, el presidente de Bankia, que ha subrayado el "enorme dolor" que está suponiendo la expansión del Covid-19 al golpear con "especial virulencia" en España, cree que es difícil predecir hasta dónde llegará el efecto de esta crisis y su duración.

En esta línea, el banquero ha destacado la experiencia de la crisis de 2008, que, aunque diferente, dejó aprendidas unas lecciones aplicables actualmente que permitirán gestionar más eficazmente la situación.

Según ha relatado, la crisis anterior produjo una fragmentación de los mercados financieros que no tuvo respuesta hasta bien entrado el año 2012. "La semana pasada vimos cómo el Banco Central Europeo (BCE) reaccionó con rapidez y contundencia desde el primer momento", ha indicado.

Parte de la solución

Además, ha agregado que los bancos españoles ni tenían liquidez, ni tenían capital y, por tanto, no podían financiar a la economía, ni a las familias, ni a las empresas en la anterior crisis. "Algunas entidades tuvieron que ser rescatadas y Bankia es un ejemplo paradigmático", ha apostillado.

En su opinión, el sector ahora no es el problema, sino que forma parte de la solución. "Me parece que es muy importante resaltarlo, porque es absolutamente diferencial", ha añadido, asegurando que las entidades están trabajando mano a mano con el Gobierno para hacer cumplir todas las medidas del real decreto de medidas urgentes.

Nombramientos

Durante la junta ordinaria, los accionistas han dado el visto bueno al nombramiento de Nuria Oliver Ramírez como consejera de la sociedad, con la categoría de independiente. El órgano de administración queda integrado por 13 consejeros, de los cuales 9 tienen perfil de independientes, el 69,23% sobre el total de consejeros.

Los accionistas también han reelegido al consejero delegado del banco, José Sevilla, como consejero ejecutivo por dos años más, al tiempo que han confirmado la reelección de los consejeros independientes Joaquín Ayuso, Francisco Javier Campo, Eva Castillo y Antonio Greño.

A su vez, han aprobado el reparto de un dividendo el próximo mes de abril correspondiente a los resultados del ejercicio 2019, por un importe total máximo de 355 millones de euros.

Del mismo modo, como es habitual, han dado 'luz verde' a las cuentas anuales, al nombramiento del auditor de las cuentas, al informe anual sobre remuneraciones de la cúpula o a la delegación en el consejo de la facultad de ampliar el capital social hasta un máximo del 50% del capital social suscrito, en una o varias veces y en cualquier momento en el plazo máximo de 5 años.