La avalancha de solicitudes está desbordando la capacidad de los sindicatos y del mismo Gobierno canario para llevar al día el cómputo de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) a causa de la paralización económica. A comienzos de semana, el Ejecutivo autonómico daba las primeras cifras oficiales: más de 4.000 expedientes y más de 20.000 trabajadores afectados. Sin embargo, la bola de nieve no solo ha seguido creciendo a lo largo de la semana, sino que lo ha hecho a mayor velocidad. Muchos hoteles y apartamentos mantenían sus puertas abiertas porque aún tenían huéspedes, de modo que se vieron obligados a dejar en activo a parte de sus plantillas pese a que la ocupación ya era ínfima. Tras el cierre obligatorio decretado por el Gobierno central, que se hizo efectivo este jueves, esos 20.000 empleados que se contabilizaban hace solo unos días ya son casi diez veces más, cerca de 200.000. Una cantidad que, eso sí, incluye a miles de trabajadores eventuales que ni siquiera tendrán la protección del ERTE, sino que se van directamente al paro en espera de saber si sus contratos están o no incluidos en la congelación del empleo temporal que el Consejo de Ministros decidió este viernes.

Desde la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo, el departamento al frente del cual estuvo la ministra Carolina Darias hasta asumir la cartera de Política Territorial y Función Pública, explican que trabajan estos días con ahínco para elaborar una estadística de los ERTE y de los asalariados que sufrirán recortes de jornada o sencillamente pasan a engrosar la cola del paro, al menos por un tiempo. La idea es que la estadística se actualice semanalmente y se dé a conocer cada lunes en la reunión del Consejo Asesor de Canarias, un órgano consultivo del que forman parte, al margen del presidente de la región, el socialista Ángel Víctor Torres, los representantes de la patronal y los sindicatos. No obstante, y a falta de cifras exactas, los números que manejan los empresarios y los mismos sindicatos dan una idea de la dimensión del problema al que se enfrenta la economía isleña.

Como poco, unas 6.000 empresas habían presentado solicitudes para acogerse a un ERTE por causa de fuerza mayor hasta este jueves. Son solamente 2.000 más que a principios de semana, pero incluyen a decenas de miles de trabajadores más. ¿Por qué? Porque la mayor parte de las 1.600 empresas de hostelería que hay en la Comunidad Autónoma, y más en concreto los hoteles y apartamentos, apuró hasta estos últimos días para tramitar los expedientes. De hecho, muchos de estos establecimientos llevaban semanas acumulando pérdidas por no poder cerrar, ya que aún tenían clientes alojados a quienes lógicamente no podían echar. Así que debían seguir prestándoles servicios (incluso después de decretarse el estado de alarma y el confinamiento) aun cuando la baja ocupación recomendaba cerrar cuanto antes para evitar que se disparasen los gastos. Es más, hasta los últimos días hubo turistas que se negaban a dejar sus habitaciones, fundamentalmente porque se sienten más protegidos frente al coronavirus en España y en el Archipiélago que en sus países de origen, apuntó el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), el canario Jorge Marichal, que también preside la patronal sectorial tinerfeña (Ashotel).

Con estas 1.600 empresas del sector de la hostelería, incluida la restauración, 135.000 trabajadores se quedan de golpe sin empleo. Alrededor de un 25%, es decir, uno de cada cuatro, estaban contratados como eventuales, de modo que pasan al paro. El resto, más de 100.000, están incluidos, o lo estarán en los próximos días, en expedientes de regulación. El secretario general de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras (CCOO) en Canarias, Ignacio López, adelanta que con los otros sectores, y sobre todo el comercio, que da trabajo a 60.000 personas, efectivamente hay ya "cerca de 200.000" ciudadanos que han perdido su empleo en las Islas. Y eso de momento, "porque mucho nos tememos que la cifra va a seguir incrementándose algunos días más", ahonda el representante sindical.

Para hacerse una idea de la magnitud de estas cifras, basta con recordar que la última Encuesta de Población Activa (EPA) contabiliza un total de 940.300 ocupados en la región. Así pues, los 200.000 incluidos en ERTE o cuyos contratos no han podido renovarse representan un 21%. En otras palabras: dos de cada diez trabajadores. Y el porcentaje resulta incluso más preocupante si se calcula sobre el número de afiliados a la Seguridad Social, dado que la EPA siempre encierra una bolsa de empleo sumergido. De esta forma son un 25% de los poco más de 818.000 afiliados que hay en el Archipiélago.

En cuanto al conjunto del Estado, los datos son abrumadores: ya suman la friolera de dos millones los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo. Dos millones de personas solo en las dos primeras semanas de confinamiento en España.

Ese es el balance laboral a partir de los números facilitados por cada una de las 17 comunidades autónomas, además de los registrados por el Ministerio de Trabajo. La parálisis de gran parte de la economía española ha dejado una cifra sin precedentes a nivel de suspensiones de empleo, que ya superan los 270.000 expedientes y que, por el momento, no dejan de ir al alza.

Securitas Direct, Burger King o Seat son solo algunas de la compañías con mayor volumen de trabajadores que han efectuado hasta ahora un ERTE. No obstante, El Corte Inglés es la empresa que ha registrado la suspensión con un mayor número de afectados, cerca de 26.000 personas. Por el momento, pues el gigante Inditex avanzó que si el confinamiento se alarga más allá del 15 de abril hará lo propio con su plantilla, que la integran alrededor de 40.000 trabajadores. Al margen de los volúmenes, la fórmula de los ERTE está siendo desde la declaración del estado de alarma una fórmula transversal en todos los sectores de la economía.

Cataluña, la más golpeada

Cataluña es actualmente la Comunidad Autónoma con mayores números tanto de expedientes (58.843) como de trabajadores afectados (459.182). Muy por encima de los registrados en el otro motor de la economía española: Madrid, que según los últimos datos ronda los 175.000 trabajadores afectados. Una diferencia que la secretaria de Política Sindical de UGT de Cataluña, Nuria Gilgado, atribuye a un mayor peso de la actividad industrial en el caso catalán. Con especial acento en la automoción, con Seat, Nissan y su extensa red de proveedores afincados en el área metropolitana de Barcelona. La secretaria de Acción Sindical de CCOO a nivel confederal, Mari Cruz Vicente, apunta a un posible retraso en las estadísticas de Madrid, pues no ve plausible que una comunidad con prácticamente el mismo número de ocupados tenga menos de la mitad de afectados por ERTE.

Las comunidades que más contribuyen a engrosar la lista de afectados por ERTE son aquellas que más dependen del sector turístico. Un ramo de actividad que ha bajado obligatoriamente la persiana tras la declaración del estado de alarma y que ha provocado que agencias de viajes como Globalia, aerolíneas como Iberia o cadenas de hoteles como Meliá, entre muchas otras grandes empresas, iniciaran sendos expedientes temporales. Y, a nivel territorial, ha dejado a Andalucía, Canarias, Murcia y Valencia como las comunidades autónomas (después de Cataluña) con mayor número de trabajadores afectados, incluidas en el caso de las Islas las decenas de miles de eventuales, que son más cuanto más dependiente es una economía del sector servicios, lo que en el Archipiélago se acentúa porque su dependencia -el 35% de su PIB es resultado del negocio turístico- es sencillamente extrema.

Las cifras de nuevos expedientes llevan dos semanas al alza, especialmente tras el real decreto aprobado el pasado 18 de marzo por el Gobierno que agiliza e incentiva fiscalmente a las empresas para que recurran a esta vía. Y la priorizarán en vez de recurrir a los despidos. No obstante, las cifras seguirán subiendo durante la próxima semana y parte de la siguiente, según apunta la secretaria de Acción Sindical de CCOO. "Las empresas que tuvieron que parar en seco su actividad ya los han registrado, pero todavía faltan aquellas a las que los suministros se les están comenzando a agotar", dice.

El esquema de la V

El Gobierno de Pedro Sánchez está orientando las medidas económicas y laborales hacia la consecución de una recuperación en V, es decir, que a la histórica caída de actividad que está atravesando el país la siga un no menos histórico repunte. Entre las últimas medidas, que la patronal entiende que acabarán por retrasar la recuperación económica y con ello también la del empleo -incluida la prohibición de los despidos, lo que el Ejecutivo decidió a semejanza de Italia y respondiendo a las reclamaciones de los sindicatos-, los ministerios de Trabajo y de Hacienda, que dirigen Yolanda Díaz y María Jesús Montero, también pretenden reducir la duración de los ERTE en todo lo posible. Ambas avisaron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la Inspección de Trabajo revisará con lupa los expedientes para, en caso de fraude, hacérselo pagar a la empresa en cuestión. "Hasta el último céntimo", advirtieron.

Además, el real decreto aprobado el viernes limita en principio la duración de los ERTE a la del estado de alarma, con lo que el Gobierno pretende que los trabajadores afectados se incorporen de golpe a sus puestos pasado lo peor de la crisis. Busca, en definitiva, lograr la ansiada V.