La Bolsa española divergió ayer de la tendencia general en Europa y el índice selectivo Ibex 35 se descolgó del resto, arrastrado por los valores bancarios y por el decreto del Gobierno para la paralización de la actividad productiva, salvo sectores esenciales, durante dos semanas, aunque limitado a ocho días laborables.

La recomendación del Banco Central Europeo (BCE) a las entidades crediticias de la eurozona para que suspendan el pago de dividendos al menos hasta el 1 de octubre para fortalecerse frente a los desafíos de la crisis causada por la pandemia alentó la salida de los inversores de la banca, cuyos valores se hundieron de media en Europa el 5,69%.

Los grandes parqués continentales consiguieron absorber esa merma y cerrar en verde pero el Ibex 35 no logró reponerse del impacto pese a que, tras la caída a plomo en la apertura, siguio una tendencia de recuperación. Al final, el principal índice español se dejó el 1,74%.

El factor diferenciador con el resto de plazas fue el anuncio gubernamental de la paralización más aguda de las actividades económicas y el elevado peso que tiene la banca en la bolsa española, en la que representa el 25,47% del Ibex 35, una ponderación muy superior a la que tienen los bancos en otros mercados más diversificados. Con el retroceso de ayer, el selectivo español ha perdido en lo que va de un año un tercio de su capitalización.

Por el contrario, el resto de mercados europeos se dieron la vuelta ayudados por la apertura al alza de Nueva York, cuyos valores cerraron anoche con alzas.

Previamente a la apertura en Europa, las plazas asiáticas habían creado un escenario bajista, con caídas del 0,04% en Seúl; 1,32% en Hong Kong y 1,57% en Tokio. El correctivo asiático se produjo a pesar de los fuerte estímulos aplicados por China por sorpresa, con el mayor recorte de tipos de interés en cinco años, el tercero en dos meses, y una inyección de liquidez equivalente a siete billones de dólares.

En el tímido alza bancario en Europa pesa la indefinición de la Unión sobre la ayuda para los países más afectados por la pandemia y la división sobre qué fórmula escoger -si coronabonos (emisiones de deuda en común en la eurozona) o acudir al fondo de rescate MEDE- . La Comisión Europea, que ayer abogaba por encontrar soluciones "rápidas, efectivas" y de "consenso" para relanzar la economía europea una vez superada la emergencia sanitaria , descartaba los eurobonos que reclaman los países del Sur y rechazan de plano socios como Países Bajos o Alemania. El portavoz comunitario Eric Mamer, admite que la cuestión de los eurobonos o coronabonos genera "debate" entre las capitales porque algunas tienen "dificultades específicas" que no pueden ser ignoradas.

El 7 de abril es la nueva cita de los líderes de la UE, elpresidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ya avisaba ayer que no es posible esperar uno, dos o tres meses "como algunos piensan".

En ese contexto también el precio del petróleo sigue cayendo. Ayer el Brent cerró en 26 dólares, niveles no vistos desde 2003.