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Crisis del coronavirus Las repercusiones en el sector turístico

Los hoteleros exigen un plan propio de ayudas para afrontar el cierre

Canarias deja de ingresar esta Semana Santa 403,5 millones de euros y no vendrán más de 600.000 turistas por la crisis del coronavirus

Un operario limpia la playa de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, vacía por el cierre turístico. ANDRÉS CRUZ

En un escenario de extrema gravedad como el que está viviendo el turismo en las Islas los empresarios hoteleros exigen un plan específico para el sector desde el Estado. Tanto las organizaciones nacionales que representan a los hoteleros como las canarias reivindican medidas similares a las que se están aplicando en países del entorno europeo como Italia, Alemania o el Reino Unido con medidas fiscales, operaciones financieras e inyecciones de liquidez para los grandes operadores del sector, tanto compañías hoteleras, como turoperadores y aerolíneas.

Las dos principales patronales turísticas canarias coinciden en estos planteamientos. El presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas, José María Mañaricua, se dirige primero a los ayuntamientos, a los que reclama reducir al máximo el impuesto de bienes inmuebles (IBI) y suspender el pago de las tasas municipales por la recogida de basura, vados, terrazas, etcétera. Los hoteleros demandan que estas medidas tengan efectos desde el inicio del estado de alarma a mediados de marzo.

Para la patronal turística de Tenerife, Ashotel, el Gobierno no ha aprobado medidas para las grandes empresas hoteleras como en otros países europeos, que se enfrentan ahora con serios problemas de tesorería por el impago de los turoperadores por servicios realizados con los hoteles antes del estado de alarma y que han advertido que no abonarán al menos hasta el 30 de abril. El gerente de Ashotel, Juan Pablo González, advierte que las compañías alojativas se enfrentan en este periodo de cierre de la actividad a pagos de tributos, nóminas del personal de los retenes y las facturas de los proveedores.

González y Mañaricua también reclaman una moratoria de entre 12 y 24 meses en las operaciones financieras e hipotecarias adquiridas por los establecimientos hoteleros, ante la falta de liquidez que se avecina para hacer frente a las amortizaciones e intereses de los bancos. Esta demanda supone que el Gobierno apruebe una regulación normativa que la contemple. "Los hoteles son el principal activo de las compañías, que están apalancadas financieramente con líneas de crédito y no pueden hacer frente al principal de la deuda", explica el dirigente de la patronal tinerfeña.

Los hoteleros también reclaman al Gobierno central que prolongue los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del levantamiento del estado de alarma hasta que las empresas se vayan reponiendo del cierre y necesiten al personal a medida que abran los establecimientos. Esta medida ha sido ya asumida por el Gobierno canario, que lo va a trasladar al Estado como una petición de la Comunidad Autónoma.

Los empresarios creen fundamental que el Gobierno español también apruebe medidas encaminadas a que también turoperadores y compañías aéreas puedan soportar este periodo de inactividad. En Alemania el Gobierno de Merkel ha lanzado una operación para ayudar a TUI, el principal turoperador de Europa y uno de los mayores del mundo. Italia ha hecho algo similar con la aerolínea Alitalia y en el Reino Unido también se evita el desmoronamiento de British Airways mediante una inyección de fondos públicos.

El presidente del IFA Hoteles, Santiago de Armas, cuyo accionista mayoritario es Lopesan, considera que el Gobierno español ha sido hasta ahora bastante "rácano" con los hoteleros y los principales operadores turísticos, lo que cree un "error" porque sostienen una parte fundamental de la economía canaria y española. "Se protege de forma cicatera al pequeño empresario y las grandes empresas se quedan fuera cuando este cierre total de la actividad nos afecta directamente", cuestiona De Armas. Las medidas puestas en marcha por otros países europeos son seguidas muy de cerca por Canarias porque se trata de los principales mercados emisores de las islas y son fundamentales para mantener la conectividad entre esos países y Canarias.

Por su parte, el consejero delegado del grupo Dunas, Ángel Luis Tadeo, advierte que ayudar a los sectores estratégicos del turismo es "clave", entre otros las compañías aéreas, que son un elemento esencial para que Canarias recupere el turismo extranjero en los próximos meses.

La debacle de Semana Santa

Los primeros datos concretos sobre lo que supone para Canarias el cierre de la actividad turística ya se reflejan en esta Semana Santa. En total se estima unas pérdidas de unos 400 millones de euros y más de 600.000 turistas que dejarán de venir en estos siete días, según los cálculos de la Consejería de Turismo del Ejecutivo regional.

La titular de Turismo, Yaiza Castilla, advierte que el escenario al que se enfrenta el sector es de "extrema gravedad" ya que la mayor parte de los turistas que visitan el Archipiélago provienen de Europa. "Habrá que esperar a ver cómo evoluciona cada país durante la crisis del Covid-19 para hacer una estimación real del futuro al que nos enfrentamos", añade.

El pasado año se facturaron en el sector turístico en Semana Santa 403,5 millones de euros y se alojaron en los establecimientos de las Islas 603.998 turistas, con una estancia media de siete días y un gasto medio diario de 95 euros sin contar el vuelo.

Por ello la titular de Turismo del Gobierno autonómico insiste en solicitar que se amplíen e intensifiquen las medidas de apoyo al principal sector de la economía canaria, al considerar que su repercusión sobre el resto de la actividad económica de las islas es muy importante por la cantidad de puestos de trabajo indirectos que genera en el resto de sectores productivos.

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