¿El impacto económico de la crisis del coronavirus en Canarias puede ser mayor porque predominan las pymes y los autónomos?
Hacer un vaticinio de lo que va a pasar cuando termine la crisis sanitaria nadie se atreve a hacerlo pero sí que podemos tener pistas de que el impacto será importante pero transitorio, lo grave de esta situación dependerá en buena parte del tiempo en que seamos capaces de terminar con la alerta sanitaria. La diferencia con la recesión de 2008 la vengo a visualizar como si fuera un paréntesis, porque en aquel momento hubo una crisis por la burbuja inmobiliaria y los que estaban poco preparados no pudieron seguir el ritmo, mientras que ahora es distinto porque todos estamos afectados por igual ya que el parón es total. Por sentido común entiendo que cuando esto se reactive lo hará todo a la vez, pero ocurre que si ese tiempo de parálisis es demasiado grande habrá muchas empresas pequeñas que no podrán soportarlo. Por eso es fundamental el tiempo y que la Administración se ponga las pilas y canalice ayudas efectivas a todos los colectivos, especialmente a las pymes y autónomos, que son la gran mayoría del tejido empresarial de Canarias y del país. La transitoriedad es la clave en función del tiempo que se alargue el parón.
Muchas pymes y autónomos viven del sector servicios, el predominante en la economía canaria ¿es un hándicap añadido si tardan en movilizarse los mercados emisores de turistas?
Está claro que la industria principal depende del turismo y corremos el riesgo de que el estancamiento económico sea mayor porque dependerá del control de la crisis sanitaria en otros países y cómo va a ser el impacto sobre los bolsillos de los ciudadanos. Hay una parte importante de tipo emocional y psicológico porque podemos entrar en una psicosis que nos dé miedo viajar, por eso Canarias y cualquier destino turístico tenemos un plus de dificultad. Pero también puede pasar lo contrario, es decir, que la gente esté harta de estar en casa y que quiera salir y viajar. No sabemos cómo van a reaccionar los seres humanos cuando esto pase y como no hay precedentes pueden ocurrir los dos escenarios.
¿Las administraciones públicas tienen que centrar más sus ayudas y esfuerzos en las pymes y autónomos en las próximas medidas que se adopten?
A nadie se nos escapa que hay que ayudar más a los pequeños empresarios y a los autónomos, que son los que dan trabajo. Sin entrar en cuestiones políticas sí creo que hay que ir más hacia medidas efectivas. Muchos de mis clientes tienen a sus asesorías superadas porque no tienen tiempo para analizar los decretos que están aprobando en las últimas semanas y presentar todas las solicitudes. Está ocurriendo que les remiten el decreto directamente al autónomo, que no entiende exactamente toda la documentación y balances que hay que presentar. En mi opinión es mucho más efectivo, por ejemplo, no pagar los impuestos en este periodo de parálisis, es decir, que las ayudas y medidas sean más directas y que generen liquidez porque si todo es a través de créditos se puede generar un endeudamiento que puede perjudicar a la larga.
Es educadora financiera y tiene una escuela de tranquilidad económica ¿En tiempo convulsos como estos cómo se encauza para un escenario imprevisible e intentar superarse para seguir con la actividad?
Llevo muchos años dedicándome a esto y desde mi escuela de tranquilidad económica siempre abogo porque la información es poder. Para mí la clave de las finanzas es adelantarnos a los acontecimientos, trabajar con herramientas de previsión que me puedan decir en momentos como este la situación de la tesorería, es decir, la liquidez que vas a tener hoy, mañana o la estimación para cuatro o seis meses. Ante estos tiempos de incertidumbre siempre digo que hay que trabajar con varios escenarios, por ejemplo, si desde enero hice mi presupuesto de tesorería con los cobros y pagos que estimo que voy a tener. Este es un escenario realista que se puede compaginar junto a un escenario más pesimista, con estimaciones a la baja de los ingresos que preveo tener como, por ejemplo, si me entra el 50% o el 70% menos y valoro cómo me afectaría para estimar en qué mes me faltaría liquidez para poder realizar un plan de acción. De esta forma calculo si hay una caída de ingresos para saber en qué mes me podría quedar sin dinero y saber qué puedo hacer en cuanto a ventas o qué gastos puedo reducir. Si hago las previsiones desde enero ya tengo la tranquilidad de contar con un plan B y buscar alternativas. Trabajo con muchos autónomos y veo como hay gente que no sabe cuánto gana, cuánto pierde, qué servicio es más rentable, si van a poder pagar dentro de tres meses... Esto no lo explican en ningún sitio, no nos dan educación financiera y, sin embargo, todos nos relacionamos con el dinero y deberíamos aprender a gestionarlo para que cuando vienen crisis como esta aquellas personas que tienen herramientas e información de sus empresas y planifican están mejor preparadas para afrontar un embate de este tipo.
¿En la crisis de 2008 cerraron muchas empresas en Canarias precisamente por no estar preparadas para escenarios como estos?
La crisis de 2008 la viví en primera persona porque, de hecho, mi proyecto de hoy es consecuencia de haber vivido esa recesión muy duramente porque teníamos una empresa familiar y nos afectó directamente. Lo pasé muy mal pero después tomé la decisión de ayudar a otras personas para que no les pasara lo mismo y esta es la motivación por la que empece a hacer esto. Son dos crisis totalmente diferentes porque en 2008 estábamos todos muy alegres y las empresas estaban a pleno rendimiento pero, una vez llegó la recesión, los que no estaban bien armados desde el punto de vista financiero cayeron porque el mundo seguía girando y no podían seguir el ritmo. En Canarias tenemos también que hacer examen de conciencia porque es evidente que el turismo es la industria principal, pero aquí tenemos gente con mucho conocimiento e internet es el presente. Esta crisis sanitaria nos están ofreciendo claramente que el teletrabajo ayuda a la conciliación, tiene muchos beneficios y las empresas tienen que ponerse las pilas. En Canarias hay que apoyar más a los jóvenes porque tenemos buenas universidades y estamos en la era del conocimiento, al que hay que respaldar más.
¿Qué le transmiten los autónomos desde que empezó esta crisis?
En general las ventas tanto on line como reales están paralizadas, la gente tiene miedo como siempre ocurre en épocas de incertidumbre, no se gasta, los autónomos están muy preocupados con qué va pasar, cuánto va durar esto y cómo se va a reactivar. Sin embargo creo que la actitud emprendedora se mantiene y va por días. Las crisis son oportunidades y es momento de darle una vuelta a nuestros negocios y ver desde dentro cómo se pueden ofrecer otros servicios y de qué forma podemos ayudar con precios más asequibles, crear productos desde el firme propósito de ayudar y, aunque se gane dinero, tener en cuenta las circunstancia en las que estamos. Veo ganas de planificar más y si esto sirve para que no vivamos al día pues mejor, por eso es fundamental la celeridad con la que se resuelva esta situación.
