Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) aplicados en las empresas del metal de Las Palmas como consecuencia de la crisis provocada por el nuevo coronavirus afectan a unos 2.000 trabajadores, un 10% de las aproximadamente 20.000 personas que trabajan en alguna de las actividades relacionadas en la provincia, de acuerdo con los datos que maneja la Federación de la pequeña y mediana empresa del metal y nuevas tecnologías de Las Palmas (Femepa). La organización trabaja desde hace semanas con los empresarios y autónomos de los distintos sectores vinculados a ella para asesorarles tanto en los aspectos legales como en materia de riesgos laborales (al igual que otros sectores, estas empresas se han visto afectadas por la carencia de equipos de protección personal) y orientación financiera.
La mayor parte de las 1.600 empresas y actividades vinculadas a Femepa se ha mantenido abierta durante las casi cuatro semanas transcurridas desde que el Gobierno activó el estado de alarma. El 40% continúa con su actividad, aunque un 32% ha tenido que cerrar y el 28% restante sigue adelante a puerta cerrada, sin despacho al público, según indica su secretario general, Juan Carlos Betancor.
La situación es dispar en los distintos sectores que se agrupan en una federación que engloba tanto a la industria como a los comercios y los servicios en sectores como la automoción, el ámbito naval y de transformación del metal, los servicios afines, los suministradores de maquinaria o las tecnologías de la comunicación. Mientras algunos han visto menguar su negocio de manera drástica, otros han continuado con relativa normalidad, aunque en general, al ser un sector que trabaja fundamentalmente para otros, "todas están afectadas", en palabras de Betancor.
El secretario general de Femepa cifra en un 90% la caída en el área de la reparación de vehículos, ya que los talleres mecánicos solo pueden abrir para realizar trabajos en vehículos dedicados a servicios esenciales, aunque no es el único ámbito en el que la disminución de la actividad ha sido notable. Betancor también hace mención también a las actividades relacionadas con el turismo y la construcción, debido al parón de estas empresas por las restricciones establecidas para tratar de contener el contagio del SARS-CoV-2. En cualquier caso, el sector ha puesto sus esperanzas en la próxima aprobación de una norma que facilite los trabajos de mantenimiento en las instalaciones hoteleras, una actividad que genera bastantes puestos de trabajo en el sector y que resulta crucial de cara a la posterior reactivación del turismo.
La federación y los sindicatos han mantenido durante estas semanas reuniones para analizar la situación del sector, encuentros que de acuerdo con Betancor han puesto de manifiesto la "buena sintonía" con la Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras. "Esta situación es nueva para todos, la única manera para abordarla es con diálogo", añade.
Femepa, cuyos propios empleados llevan semanas con trabajando desde sus casas, ha puesto en marcha también cursos para manejar herramientas digitales -ayer tuvo lugar uno sobre teletrabajo- y continúa con el asesoramiento a las empresas y los profesionales para que puedan acceder a ayudas como los créditos ICO. De cara a la reactivación de la actividad, su secretario general asume la incertidumbre que rodea en estos momentos a toda la economía. "El futuro es muy incierto", lamenta.
