Canarias va a ser la región española más golpeada por la crisis económica que seguirá a la emergencia sanitaria del coronavirus. Es una frase que repite desde hace días una y otra vez su presidente, Ángel Víctor Torres, pero que detrás tiene previsiones nunca antes vistas en las Islas.

Para una comunidad cuyo producto interior bruto (PIB y donde cuatro de cada diez empleos los sostienen directa o indirectamente las vacaciones de 16 millones de europeos, fundamentalmente británicos, alemanes y nórdicos, el "cero turístico" que comenzó con el estado de alarma tendrá consecuencias tremendas que pueden costarle hasta 270.540 empleos solo en ese sector, en función de lo que se prolongue el parón de la actividad.

Cuando la evolución de los contagios y las hospitalizaciones permite comenzar a vislumbrar ya el inicio del desconfinamiento en algunas islas, el Gobierno de Canarias maneja un informe elaborado internamente que pone cifras a la factura económica de esta emergencia sanitaria.

Sus autores parten de una constatación: Por su perfil productivo y por el peso que en sus ingresos tienen los impuestos propios (hasta el 30 % del total), Canarias es la comunidad más expuesta, con diferencia, a las repercusiones económicas del coronavirus.

Si la sensibilidad media al impacto económico del coronavirus en España se toma como valor de referencia 100, este informe advierte de que Canarias está en valores de 140,80. Le siguen Baleares, con 130,0; Andalucía, con 110,08; la Comunidad Valenciana, con 109,79; y Murcia, con 108,51.

En el plano opuesto, las comunidades con menor sensibilidad al impacto económico del Covid-19 serán, según este informe, Castilla-La Mancha (75,12 puntos sobre una media nacional de 100), Navarra (81,96), Aragón (82,81) y Castilla y León (86,65).

"Se prevé que el sector turístico canario tarde varios meses, cuando no años, en recuperarse y completar la reapertura total. Esto se debe a la alta dependencia del sector turístico canario de diversos países emisores europeos, en particular el alemán y el británico, y su impacto en la conectividad aérea, que se irán activando de forma paulatina, y más lenta", apunta este estudio.

Y todo ello aunque el estado de alarma en España terminase a corto plazo y las restricciones internas se levantasen en breve, porque los efectos sobre el tráfico aéreo internacional seguirán durante un tiempo. Ello conducirá "al colapso" del sector turístico de Canarias, que depende en un 87% de clientes extranjeros que llegan en avión, apuntan los responsables de este estudio.

De cuánto dure esa situación, que el sector ha comenzado a denominar "cero turístico", dependerá la profundidad del daño. Si el "cero" solo dura tres meses, el PIBe perderán 67.635 empleos; si dura hasta seis meses, la factura será de un descenso del 17,5% del PIB y de 135.270 empleos; y si el parón absoluto del turismo se prolonga hasta un año, el desplome será del 35,0% del PIB y de 270.540 empleos.

Los autores de este informe subrayan que las cifras posiblemente "infravaloren" el impacto de la crisis del coronavirus sobre el PIB y el empleo de Canarias, porque se ha elaborado desde la premisa de una contracción de la actividad "solo" en el turismo, sin tener en cuenta la evolución del resto de sectores económicos.

Los 270.540 empleos perdidos que pronostica este estudio para el peor de los escenarios turísticos (un parón total de un año) se pueden poner en correlación con las cifras principales que tenía el mercado de trabajo en Canarias a 1 de marzo, antes de propagarse la pandemia: la comunidad contaba con 818.140 trabajadores afiliados a la Seguridad Social y con 207.837 inscritos en las listas del paro.

Perder 270.540 empleos, para Canarias, supone prescindir de uno de cada tres puestos de trabajo (el 33% los cotizantes a la Seguridad Social) y duplicar con creces las cifras de paro registrado.

"Existe un enorme grado de incertidumbre acerca de la forma que adaptará la crisis en el Archipiélago: de 'U' o de 'L'. La única certeza es que no será en forma de 'V'. El sistema socio-económico de Canarias volverá a ser sometido a un elevado nivel de estrés", resumen los autores. Traducido: el rebote no será vigoroso e inmediato ('V'), sino que llegará tras un periodo de estancamiento ('U'), que podría prolongarse incluso más de lo previsible ('L').