Dos de cada tres empresarios canarios creen que tendrán que reducir puestos de trabajo en el corto plazo. Esto supone que si ya antes de que se decretara el estado de alarma el Archipiélago soportaba una tasa de desempleo del 20% ahora podría superar el 35% alcanzado en la crisis de 2008 y llegar al 40%.

El Indicador de Confianza Empresarial del segundo trimestre del año elaborado por las Cámaras de Comercio y dado a conocer ayer muestra que apenas un 0,8 % del empresariado cree que podría necesitar más personal hasta junio, un 33 % piensa que podría mantener sus plantillas y prácticamente el 66 % prevé reducir empleos.

Canarias, junto otras regiones turísticas, es una de las regiones donde más se ha instalado el pesimismo empresarial ante la crisis del Covid-19, con una caída en el índice del 29,1 % desde la anterior consulta, frente a una media española en negativo de 26,9 %, solo superada por Baleares (-30,1 %) y Cataluña (-30,2 %).

Por islas, el indicador de confianza empresarial, que en conjunto cae un 29,1 %, baja más en Lanzarote, un 34,8 %, y Gran Canaria, un 31 %, y los que mejor contienen el de ánimo son los empresarios herreños, con una caída del indicador del 25,6 %.

Y es que los datos que se dan conocer día a días sobre las consecuencias del parón económico no invitan al optimismo. Hasta el viernes pasado la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias había registrado 27.177 solicitudes de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor, con un total de 199.401 trabajadores afectados; el 45,4% de los expedientes está vinculado de manera directa al sector turístico, con 12.359 solicitudes presentadas que afectan a un total de 113.795 personas, el 57%. Por actividad económica, hostelería y comercio acogen el mayor número de expedientes, con el 31,65% y el 25,82%, respectivamente, seguidos por otros servicios (7,73%); transporte y almacenamiento (6,99%); actividades administrativas y servicios auxiliares (4,16%); actividades artísticas recreativas y de entretenimiento (3,98%); actividades sanitarias y de servicios sociales (3,95%); construcción (3,73%); industria manufacturera (3,3%) y educación (3,15%).

El 98,5% de las solicitudes corresponde a empresas de entre 1 y 50 trabajadores; Las de entre 1 y 5 empleados acumulan 20.201 solicitudes, el 75,28%.

A la vista de los datos, el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, consideraba ayer durante la presentación del informe del Indicador de Confianza que es esencial que todas las medidas económicas de las administraciones se orienten a preservar el tejido productivo, a que "no caigan empresas", porque de eso depende la recuperación escalonada tras el desconfinamiento y que no se cumplan las peores perspectivas sobre el empleo.

Entre esas medidas, Sesé subrayó la importancia de que se mantenga flexibilidad en la aplicación de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE), para que las empresas puedan ir incorporando trabajadores de forma paulatina según vayan recuperando su actividad.

Recurrir al superávit y al endeudamiento para incrementar el gasto público, suspender temporalmente el pago de impuestos a las empresas y darles facilidades fiscales, facilitar liquidez, así como suspender el pago de las cuotas a los autónomos que "tienen la persiana cerrada" son medidas importantes para garantizar que haya recuperación económica cuando se levante el confinamiento y que pueda mantenerse el empleo, en opinión de Sesé.

El Indicador , que empezó en base 100 cuando se inauguró en enero de 2013, había subido hasta 122 en el primer trimestre, pero ha caído hasta 86, un 29 % menos, el peor registro hasta ahora, y se sitúa diez puntos por debajo de la media nacional, que está en 96. Cuando se pregunta a los empresarios canarios por sus perspectivas de negocio para los próximos meses, solo el 2 % atisba mejoras, mientras que el 15 % cree que podrá mantener su actividad y el 82 % ve la situación desfavorable, l dato más negativo registrado desde 2013.