Una treintena de ciudadanos al volante han recorrido en caravana las calles de Zaragoza para manifestarse en este Primero de Mayo, Día del Trabajo, festividad en la que esta protesta ha sido la única excepción a las negativas judiciales a autorizar las tradicionales protestas por el estado de alarma.

La "caravana-manifestación", organizada por la Intersindical de Aragón, fue autorizada este jueves por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que revocó la prohibición administrativa que la Delegación del Gobierno había dictado por motivos de seguridad "en el contexto de grave crisis sanitaria".

Por eso, en pleno estado de alarma por el coronavirus, la marcha sobre ruedas se ha celebrado siguiendo los límites marcados por el TSJA, que establecía un máximo de 60 personas (finalmente han participado una treintena) solas en propio vehículo cubierto, para evitar cualquier contacto.

"Mascarilla, guantes y dentro del coche; esas son las condiciones que nos han marcado y que no hacía falta que nos las pusieran, porque ya nos las habíamos puesto nosotros", ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación el coordinador general de Intersindical Aragón, David Ubico.

En una jornada de manifestaciones virtuales, la de Zaragoza ha suscitado la curiosidad de los vecinos que, sobre todo a la salida, se han asomado y han aplaudido desde los balcones la movilización, en la que se ha podido ver alguna pancarta y escuchar lemas a través de altavoces.

Este mismo jueves el Tribunal Constitucional no admitió una manifestación similar en Vigo, pero para el representante sindical es "normal" que se haya permitido la caravana, dadas las "condiciones de seguridad e higiénicas" en las que se ha desarrollado.

Así, todos los participantes de esta manifestación, que se ha convocado con el lema 'esta nueva crisis no la pagamos la clase obrera', han estado equipados de mascarillas y guantes y han realizado el recorrido de unas dos horas solos a bordo de los coches.

"Muchas personas trabajan en peores condiciones"

Ubico ha apuntado que hay que tener en cuenta que "muchos trabajadores están siendo obligados a trabajar en bastantes peores condiciones que la celebración de la manifestación" y ha puesto como ejemplo el matadero de Binéfar (Huesca), donde se ha producido un brote de Covid-19.

Para el coordinador general de la organización convocante, la petición de este año es clara: "Que la crisis no la pague solamente un sector de la sociedad, la clase obrera".

"No hay ni una sola medida grande, todo es 'postureo' y pequeñas medidas. No afectan para nada a las grandes empresas y multinacionales, pero sí que es una tragedia para el autónomo, el pequeño empresario y la clase obrera", ha aseverado.

Por ello, ha pedido que todos los trabajadores tengan una ayuda para hacer frente a "una crisis que no han provocado para nada" y en la que "los ERTE se van a convertir en una parte importante de los despidos".

La caravana ha partido a las 12.00 horas de la avenida Navarra, en el zaragozano barrio de Delicias, para pasar por diferentes puntos de la ciudad, como el Hospital Clínico Universitario, y acabar en el Palacio de la Aljafería, sede del parlamento aragonés.