Beatriz González, catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la ULPGC, destacó que la situación que vive el mundo no tiene "precedentes". "Nunca nos hemos enfrentado a una pandemia teniendo una economía globalizada", aseguró González, miembro del Grupo de Trabajo Multidisciplinar del Ministerio de Ciencia e Innovación, en una entrevista publicada por la SINC, la agencia nacional de noticias científicas

"Me parece importantísimo que no haya mezcla entre el trabajo de los expertos y el de los gobernantes. Nuestra misión debe ser trabajar con datos y con rigor, solo así podemos ser útiles y generar confianza", indica la investigadora.

Sobre la pandemia del Covid-19 señala que "hay mucho que no sabemos sobre la pandemia y que no podemos saber porque aún no ha pasado tiempo suficiente. Pero yo prefiero resaltar lo contrario, lo mucho que hemos avanzado en el conocimiento de este virus en solo unas semanas. Nunca antes hemos aprendido tan rápido, nunca antes el talento de toda la humanidad se ha concentrado en un único problema. Al ritmo que vamos, los días parecen meses".

Para esta economista, el "principal reto" al que nos enfrentamos es mantener el equilibrio entre economía y salud. Perderlo supondrá o bien caer en un abismo económico, o bien colapsar las UCI. Avanzar por el filo de ese cuchillo requerirá un "ajuste muy fino" de medidas que eviten desde la masificación en el metro hasta el avance de la desigualdad, indica la publicación.

"Hay que aplanar la curva de contagios en la epidemia, pero también la de sus consecuencias económicas", señala Beatriz González.

"Es una situación sin precedentes, nunca nos hemos enfrentado a una pandemia teniendo una economía globalizada. No sabemos qué efecto tendrá. ¿Cuándo habrá una vacuna? ¿Dentro año y medio? No lo sabemos. Sí sabemos que no podemos parar la economía año y medio".

"Hasta ahora nos hemos concentrado en evitar decenas de miles de muertos por falta de UCI. Pero para aplanar la curva epidemiológica hemos tomado medidas muy duras, que también han aplanado la curva de la actividad económica. Y el impacto será muy superior al de la crisis de 2008. Por eso desde que se pueda tendremos que ir reabriendo la economía para que circule sangre, dinero, por el tejido productivo. Si tardamos mucho habrá empresas que no podrán reabrir, y los ERTES se convertirán en ERES".

"Una prioridad en las ciudades será evitar la hora punta en el transporte colectivo, que ha resultado ser mortífero. Un estudio reciente, interesantísimo, de un colega mío ha demostrado que en Nueva York el metro ha tenido un papel crucial en la transmisión de la epidemia. En Madrid seguramente pasó algo parecido en febrero, cuando íbamos todos apretaditos en los vagones. También habrá que aplanar el reloj, no nos podremos permitir esas horas punta".

De cara al turismo, principal motor económico de Canarias, la investigadora de la ULPGC destaca que "es un reto enorme, monumental. Está claro que no podemos volver a tener el flujo de turistas que teníamos. Pero hay que pensar en reabrir, quizás haciendo test en el mismo aeropuerto".

"El problema es que no valdría con los test rápidos, porque los anticuerpos tardan unos siete días en aparecer una vez se contrae la enfermedad, y por tanto hay una ventana ciega en la que puedes dar negativo pero estás infectado e infectando. Harían falta PCR y hoy por hoy no tenemos forma de hacer PCR en menos de cuatro horas ni estamos preparados para montar laboratorios en aeropuertos, que requieren equipamiento y recursos humanos muy cualificados, pero pensando en el medio plazo no sería descabellado pensar en esa posibilidad".