Las rebajas se deshojan como una margarita en el Gobierno central. Primero, no a las rebajas para evitar aglomeraciones que dinamiten la distancia social, según el Ministerio de Sanidad; un día después, Comercio da el sí a las rebajas siempre que se cumplan las normas; y, apenas unas horas después, una nueva negativa en boca del ministro Salvador Illa. Los comerciantes canarios no salen de su asombro ante este baile de decisiones y exigen que el Estado aclare si podrán ofrecer los tradicionales descuentos de verano para sacar a la venta un stock que, durante el estado de alarma, se ha incrementado notablemente.
"Lo que están haciendo es incoherente, incongruente y denota que ni conocen la realidad ni se han dejado asesorar por el sector", se queja con dureza el secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir. Este enfrentamiento entre ministerios sólo causa incertidumbre en el sector, asegura por su parte el secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), Alfredo Medina, que recalca que las tiendas "llevan dos meses con ropa de primavera-verano colgada en sus perchas que tienen que vender porque necesitan urgentemente liquidez".
El riesgo de aglomeraciones que alega Sanidad para prohibir las ofertas veraniegas no es un motivo de peso para dejar a miles de comercios sin estas rebajas porque los negocios están cumpliendo con la normativa, respetando el aforo del 30% y adoptando medidas como el uso de mascarillas y geles, la desinfección de los locales y el respeto de las distancias, tal y como defienden ambos representantes empresariales. Por lo tanto, prohibir las rebajas se les antoja incomprensible. "Es igual de absurdo que si se propusiera abrir las terrazas pero que sólo se pudiera servir agua a los clientes", pone como ejemplo Medina, que recuerda que hace tiempo que ya no se producen avalanchas de consumidores a la puerta de las tiendas porque las ofertas son constantes a lo largo del año.
"No tiene ningún sentido castigar al comercio presencial, que es el que crea empleo", asegura el secretario general de Asodiscan. Una queja que comparte Moujir. "Quieren que activemos la economía y saquemos a los trabajadores del ERTE, pero favorecen al comercio online". Para el secretario general de Fauca, si no hay rebajas este año se aboca a un cierre generalizado de los comercios en un contexto en el que alrededor de un 25% ya ha decidido no abrir ante la imposibilidad de aplicar las medidas sanitarias.
La única opinión discordante procede de la presidenta de la Federación de Desarrollo Empresarial y Comercial de Canarias (Fedeco), Concepción Cotino, que no tiene claro que se puedan controlar las aglomeraciones en tiempo de rebajas y que considera que abaratar el precio de los productos cuando apenas se ha vendido mercancía en los últimos meses no resultará rentable ni salvará la temporada.
