El grupo de aerolíneas Lufthansa tuvo en el primer trimestre una pérdida neta de 2.100 millones de euros, seis veces más elevada que hace un año, debido a las restricciones de viajes por la pandemia de la COVID-19. Lufthansa informó hoy de que la facturación bajó entre enero y marzo un 18 %, hasta 6.400 millones de euros (7.800 millones de euros el año anterior). La reducción de costes pudo compensar parcialmente la caída del volumen de negocios.

Lufthansa, que había publicado a finales de abril algunas cifras del balance del primer trimestre, reiteró que tuvo una pérdida operativa antes de extraordinarios de 1.200 millones de euros hasta marzo. "El tráfico aéreo en todo el mundo se ha paralizado casi completamente los meses pasados. Esto ha lastrado nuestro resultado trimestral en una dimensión que hasta ahora nunca se había producido", dijo el presidente del grupo Lufthansa, Carsten Spohr, al presentar las cifras.

El consejo de supervisión de Lufthansa aceptó el lunes las condiciones de la Comisión Europea (CE) al plan de rescate del Gobierno alemán y cederá 24 "slots", derechos de despegue y aterrizaje, en los aeropuertos de Fráncfort y Múnich. Spohr anunció fuertes reestructuraciones dado que la demanda se recupera "muy lentamente". El grupo Lufthansa prevé reducir "notablemente" los costes unitarios respecto al año pasado, mediante el trabajo a jornada reducida para 87.000 empleados, la prestación social para los trabajadores que no pueden trabajar o sólo parcialmente, equivalente a los ERTEs en España.

Asimismo, Lufthansa va a posponer o cancelar proyectos previstos y va a posponer algunos servicios de mantenimiento, de modo que recortará los costes fijos. También va a intensificar los programas de reestructuración en su filial austríaca Austrian Airlines y en Brussels Airlines. Austrian Airlines ha aprobado una reducción a largo plazo de las capacidades mediante el recorte de la flota y de los costes de personal del 20 % y Brussels Airlines prevé reducir su flota en un 30 % y la plantilla en un 25 %. En otras filiales del grupo también se van a aplicar programas de reestructuración y reducción de costes.

Lufthansa también dijo que se mantienen las negociaciones con los fabricantes de aviones para posponer la compra de unidades y estudia la venta de filiales que no forman parte de sus negocios principales. Algunos medios de comunicación han especulado recientemente que podría vender su filial de servicios de mantenimiento Lufthansa Technik.

Plan de rescate

El Estado alemán se convertirá en el accionista mayoritario de Lufthansa con un plan de rescate de 9.000 millones de euros. La participación pública directa en la compañía será del 20 % y se hará mediante la suscripción de acciones en una ampliación de capital. Esta participación está por debajo de la minoría de bloqueo con la que el Gobierno podría vetar algunas decisiones de la compañía.

Además, el Estado alemán puede aumentar su participación en Lufthansa un 5 %, hasta el 25 % del capital más una acción, mediante la compra de deuda convertible en acciones ordinarias para proteger a la compañía en caso de una oferta de adquisición hostil. La compañía ya dijo a finales de abril que prevé una pérdida mayor en el segundo trimestre y, de momento, considera que no es posible dar pronósticos precisos para todo el 2020.