España prepara un paquete de ayudas a las aerolíneas para paliar el impacto de la peor crisis de la historia de la aviación, igual que han hecho otros países europeos como Alemania, Francia e Italia, y a la vista de que las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) han sido "insuficientes".

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, defendió ayer estas ayudas, que según anunció prepara el Ministerio de Economía, para que las compañías aéreas puedan hacer frente a sus problemas de liquidez y complementar la financiación que han recibido a través de los avales del ICO. Es el caso de Iberia y Vueling -ambas integradas en el grupo hispano británico IAG- que firmaron a principio de mayo sendos contratos de financiación sindicada avalada por el ICO con 750 y 260 millones de euros respectivamente.

El anuncio del ministro de Transportes español se produjo el mismo día en que la Comisión Europea (CE) dio luz verde a los 6.000 millones del segundo tramo del plan alemán para recapitalizar Lufthansa y evitar su quiebra como consecuencia de esta crisis. Esta cantidad se suma a los 3.000 millones que Berlín concedió como garantía estatal en marzo.

Bruselas entiende que la ayuda "es necesaria, apropiada y proporcionada para aliviar una alteración seria en la economía de un Estado miembro" y está en línea con las normas temporales de competencia, más laxas, que ha adoptado el Ejecutivo comunitario para hacer frente a la crisis.

La ayuda para la recapitalización evitará la insolvencia de DLH (Deutsche Lufthansa AG, la empresa matriz de Lufthansa), que tendría "serias consecuencias en el empleo, conectividad y volumen de comercio extranjero en Alemania", señala la CE.

Al tiempo, para aliviar sus arcas Lufthansa estudia la posibilidad de declarar en quiebra o deshacerse de su filial belga Brussels Airlines. De hecho, desde hace semanas negocia con el Gobierno belga una ayuda, sobre todo en préstamos, por valor de unos 300 millones.

También ayer, la australiana Qantas anunció un plan de ajuste, por el que suprimirá 6.000 empleos y reducirá costes en más de 9.000 millones de euros, después de que el sector de la aviación haya recibido más de 700 millones de euros en ayudas públicas.

A principio de junio el Gobierno francés presentó un plan de 15.000 millones para ayudar al sector aeronáutico y dirigido, sobre todo, a salvar su compañía de bandera, Air France, a la que se destinarán 7.000 millones (3.000 millones aportados por el Estado como accionista de la aerolínea y 4.000 más en forma de aval estatal para un préstamo).

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, subrayó entonces que el plan trata de evitar que desaparezcan en seis meses 100.000 empleos, un tercio de los que hay en el negocio aeronáutico en Francia entre directos e indirectos.

También el Gobierno italiano inyectará fondos en la nueva Alitalia, que será nacionalizada tras permanecer tres años en administración concursal por sus problemas financieros. Serán, al menos, 3.000 millones de euros.

Eso sí, Ábalos advierte las compañías españolas que deberán "cumplir con la legalidad" en cuanto a la devolución de los importes de los viajes, de los que hay, dijo, "miles y miles de reclamaciones para tramitar".