El turismo recobra lentamente el pulso y lo hace con los dedos cruzados. Desde un primer momento, el Gobierno de Canarias señaló a los test en origen como única garantía para evitar la entrada en el Archipiélago de visitantes infectados con el coronavirus. No obstante, el Laboratorio de Protocolos Turísticos trabaja en la implantación de prácticas que alejen esa posibilidad y ha logrado convencer ya al 64% de los visitantes habituales, que están dispuestos a pisar las Islas este mismo año.
Es el resultado de una encuesta dada a conocer ayer por la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, y realizada entre los días 8 y 28 de junio a un total de 31.630 clientes. En ella también se les preguntó por la confianza que les generan los datos obtenidos hasta la fecha. "Islas Canarias es uno de los lugares de Europa donde menor incidencia ha tenido la pandemia y donde mejor y más rápido se gestionó su control. ¿Te generan estos datos suficiente confianza para volver a visitarnos?". El 92% de los participantes en el sondeo contestaron de manera afirmativa. Con el añadido de que los británicos, principal mercado emisor, se situaron un punto por encima de esa media.
Sin embargo, los clientes de Reino Unido no son los más dispuestos a retomar su costumbre de asolearse en las costas de las Islas antes de que termine este 2020. Un 61% de ellos están por esa labor, muy lejos de la potencial clientela española, que encabeza esta variable con un 72%. Es más sencillo hacer llegar a la Península el mensaje de los buenos datos sanitarios cosechados por Canarias que desligar estos de los del conjunto del Estado para acercarlos a los ciudadanos de otros países.
Canarias Fortaleza
Son los datos que va recogiendo el proyecto Canarias Fortaleza, la respuesta que, en términos de marketing, lanza el Archipiélago al mundo como destino seguro. "Hemos tenido una treintena de reuniones", explicó ayer Castilla para aclarar los pasos dados de cara a revitalizar la principal actividad económica de las Islas, la alojativa, que se hundió hasta el cero cuando el avance de la pandemia global así lo requirió.
La consejera de Turismo expuso la necesidad de contar con un marco normativo específico en Canarias que dé cabida legal a las necesidades particulares del destino. Insistió en que no se trata de contravenir el paso marcado en este ámbito por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), sino de completarla. ¿Por ejemplo? "No están contempladas cuestiones como las excursiones náuticas", citó entre otras Yaiza Castilla, siempre "sin ánimo de criticar".
La consejera incidió en el respeto a "los protocolos nacionales", pero descartó resignarse a la imposibilidad de contar con "unos más ambiciosos" para Canarias. Desde ese punto de obligado cumplimiento, la consejera se mostró convencida de que no se han tenido en cuenta las necesidades y el camino que habrá de recorrer Canarias en pos de la normalidad que un día se marchó. "Queremos liderar nuestro propio proceso de recuperación turística", afirmó.
Sobre las respuestas obtenidas en la encuesta dada a conocer ayer, la directora del proyecto Canarias Fortaleza, Cristina del Río, detalló que el objetivo es conocer las inquietudes de la potencial clientela para "ajustar lo más posible" la realidad "a la hora de tomar medidas de prevención". "No debemos olvidar que, a partir de ahora, la confianza en la seguridad sanitaria es un valor igual de importante que otros a la hora de elegir dónde viajar", añadió Castilla.
¿En qué dimensión? También al respecto de ello se pronunciaron los encuestados el mes pasado. En una escala del uno al diez sitúan en el 7,7 el grado de importancia que conceden a los protocolos de seguridad a la hora de decantarse definitivamente por el lugar en el que pasarán sus vacaciones. Los números también dejan clara la percepción que tienen los turistas de la realización de test. Le conceden 7,4 puntos en esa escala de valores a tener en cuenta a la hora de escoger lugar para sus vacaciones, y los españoles (8,2), los que más.
Los hoteles se mantienen como la modalidad de alojamiento más demandada después de esta tormenta que aún no se ha marchado. Son, con mucho, los preferidos a la hora de reservar la estancia, con un 49,9%. Sin embargo, han perdido en este tiempo casi siete puntos, ya que antes del Covid-19 contaban con el favor del 56,8% de los encuestados.
Por contra, los apartamentos ganan enteros -del 27,4% anterior al 31% actual-, al igual que lo hacen la viviendas de alquiler, que pasan de ser las preferidas por un 7,9% de los visitantes de las Islas al actual 9,8%.
Dentro del desastre generado en el sector y en el conjunto de la economía por la pandemia, también ha surgido la posibilidad de abrir la puerta a nuevos nichos de mercado. El teletrabajo se ha revelado como una herramienta esencial durante estos meses. Tanto, que casi la mitad de los encuestados (47,2%) encuentran en él una oportunidad para pasar largas temporadas en las Islas.
