El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha destacado el buen comportamiento del turismo insular y nacional en los meses de julio y agosto en Canarias y ha aseverado que el gran objetivo es recuperar el turismo internacional a partir del mes de septiembre.

Torres, en una entrevista en la Cope, ha dicho que Canarias cuenta con una buena situación sanitaria con respecto a la pandemia de Covid-19 y eso supone un valor para recuperar la actividad turística y para que sea uno de los lugares a elegir por los turistas.

El jefe del Ejecutivo canario ha dicho que hay un gran consenso con el sector hotelero, con el que se ha ido de la mano en situaciones adversas, como la quiebra del operador Thomas Cook y durante la pandemia, en la que, ha explicado Torres, este sector ha colaborado en el suministro de material para los hospitales canarios.

Ha añadido que también han estado juntos en la reclamación de un mayor protagonismo de Canarias en el acuerdo estatal para reactivar el turismo y en las islas han firmado el plan de reactivación económica.

"Canarias debe estar orgullosa de su sector empresarial y sindical", ha señalado Torres, quien ha afirmado que en unas circunstancias como estas todo el mundo "ha arrimado el hombro".

Sobre las perspectivas turísticas, el presidente canario ha indicado que aunque hay incertidumbre, el objetivo es que los establecimientos hoteleros vayan abriendo poco a poco para estar preparados ante la temporada de invierno, que es la alta en Canarias.

Ha considerado "simbólico" de que La Gomera, isla en la que se registró el primer positivo de Covid-19 en España, sea el lugar elegido para realizar las prueba piloto de una aplicación de rastreo de la enfermedad y sus contagios.

Preguntado sobre las discrepancias en el ámbito nacional para acordar el plan de reactivación del país, Torres, del PSOE, y cuyo gobierno lo forman otros tres partidos, ha considerado que lo importante es "mucho diálogo y colocarte en el lugar del otro".

Ha afirmado que su experiencia durante su trayectoria política en varias administraciones y sabiendo que los números no dan ya mayorías absolutas es que, "o hablamos o es imposible" y ha reconocido que en las Cortes españolas hay mucha crispación.