Mercadona pisa el acelerador de la inversión en Canarias para contribuir a impulsar la actividad económica y contrarrestar las consecuencias económicas y sociales de la crisis desatada por la irrupción de la pandemia del coronavirus en la región, una de las más afectadas del país por su alta especialización en el turismo. La compañía tiene previsto inyectar este año 39 millones de euros, una cuantía con la que además de mejorar la eficiencia y servicio de su red de supermercados en las Islas, reactivará la economía local.

Una parte de la inversión irá destinada a la apertura de tres nuevos supermercados, de los que dos son aperturas por cierres. Es decir, nuevas tiendas que remplazan a las existentes al no adaptarse a los estándares que requiere ahora la compañía. Otra parte está dirigida a la reforma de otros seis establecimientos para adaptarlos al nuevo modelo de tienda eficiente. De este modo, la cadena contará con 53 supermercados con este nuevo formato, caracterizado, según apunta la empresa en un comunicado, por mejorar la experiencia de compra de los clientes. La última porción de la inversión se dedicará, de un lado, a la implantación de la nueva sección Listo para Comer en 21 nuevas tiendas más y, de otro, a impulsar el proyecto Frescos Global, que incorpora mejoras en las secciones de frescos para ofrecer una mayor adaptación al surtido local.

La compañía, presidida por Juan Roig, destaca que su "impulso inversor" tendrá un impacto indirecto en la creación de empleo en Canarias, ya que más de 150 técnicos y operarios de distintos oficios trabajarán en cada una de las reformas y aperturas que se realicen en sus tiendas.

Paqui Planells, directora territorial de Relaciones Externas en Canarias y Baleares de Mercadona, destaca en la nota de prensa que desde 1990, año en que se produjo la apertura de la primera tienda de la cadena en el Archipiélago, la compañía no ha dejado de consolidar su compromiso con las Islas, donde ya cuentan con 86 centros. "Este crecimiento sostenido en el tiempo hoy tiene más importancia que nunca", afirma, porque "reactivar la economía de las zonas en las que Mercadona está presente en Canarias, a través de hechos, como refleja el plan inversor anunciado, es nuestra responsabilidad como empresa y una prueba decidida por el desarrollo económico y social de las Islas".

Mercadona cuenta con 4.606 trabajadores en Canarias. Todos, según la propia compañía, con empleo estable y de calidad. El plan inversor de este año se suma a los 128,5 millones de euros que la cadena ha destinado en los últimos tres ejercicios al crecimiento y modernización de su red de tiendas en la región.

La entidad hace hincapié, a su vez, en que mantiene firme su compromiso social con los ciudadanos de las zonas en las que tiene presencia y actividad. En el caso de Canarias, Mercadona donó a lo largo del año anterior 479 toneladas de alimentos, equivalentes a unos 8.000 carros de la compra, entre un total de once entidades benéficas y comedores sociales. Este compromiso solidario, recalca, se ha reforzado este año como consecuencia de la complicada situación derivada de la crisis del Covid-19, que condujo al Estado a decretar el estado de alerta sanitaria a mitad de marzo y a la población a confinarse en sus casas como medida de protección. El parón de la actividad económica ha tenido un fiel reflejo en el mercado laboral, donde en junio aún se contabilizaban 156.121 personas afectadas por un ERTE. Mercadona ha respondido a este panorama con un incremento de sus donaciones de más del 118% respecto al mismo periodo, hasta llegar a las 522 toneladas donadas en el primer semestre del año.

Roig, presidente de la compañía, también decidió incrementar de forma considerable su aportación a Lanzadera, la plataforma de emprendimiento en sectores innovadores que impulsa, para captar un mayor número de empresas y ayudar a los emprendedores a capear los latigazos del temporal económico desatado por la pandemia. Su inversión en este caso se multiplica por cinco, al pasar de los dos millones anuales que aportó el año pasado a los diez que inyectará a partir de este ejercicio. Cabe recordar, además, que el líder de la compañía renunció a cobrar parte de su sueldo y los dividendos que le corresponden como máximo accionista de la cadena. Roig declinó recibir, en concreto, 9,7 millones de2019 para destinarlos a la sociedad.