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Casi la mitad del sueldo para el alquiler

La pandemia provoca u n ligero descenso de los precios de los arrendamientos - Los inquilinos afrontan rentas altas pese a la entrada de vivienda vacacional en el mercado

Cuando llega el momento de hacer cuentas, muchos canarios y canarios tienen que reservar casi la mitad de su salario para poder pagar el alquiler. Según los datos del Índice Inmobiliario Fotocasa y la plataforma de empleo InfoJobs, los residentes emplearon de media el año pasado el 43% de sus ingresos para abonar el arrendamiento de su vivienda, diez puntos más que en 2018. Hay que tener en cuenta que Canarias es actualmente la región española en la que más hogares viven en régimen de alquiler, con un 35% de las familias.

Desde 2015 a 2019, la cantidad de sueldo mensual destinado al pago del arrendamiento ha crecido 14,4 puntos de media en Canarias. Una situación que podría comenzar a cambiar tras la pandemia global y sus restricciones de movilidad, que han puesto en jaque a la vivienda vacacional. "Ahora, muchas de estas casas no se llenan ni tienen previsión de hacerlo, especialmente las que no cumplen con los nuevos requisitos que se exigen, como que estén aisladas, que tengan su propia piscina y el menor número posible de zonas comunes", explica Isidro Martín.

La mayor parte de estos inmuebles, que se encuentran en las ciudades más pobladas, han sido sacados a la fuerza por el propio mercado y han comenzado a incorporarse al alquiler tradicional por varios motivos. "Algunas viviendas estaban cogidas por los pelos porque no todo vale y muchas no reunían los mínimos esenciales para formar parte del sector turístico, mientras que en otros casos los propietarios, por miedo a no tener rentas aseguradas, prefieren alquilar sus casas a los residentes", asegura el delegado territorial de Apei.

Esta situación ha provocado un ligero descenso de los precios todavía poco perceptible. "Antes teníamos pisos de 1.200 euros que se alquilaban sobre la marcha y ahora cuesta más tiempo colocarlos", reconoce Martín, que explica que las casas de una sola habitación han pasado de los 600 euros a los 500 euros. Además, ahora los ciudadanos pueden ubicar su hogar en el centro de las ciudades o más cerca de sus puestos de trabajo, mientras que antes se veían obligados a salir a las afueras para poder permitirse el alquiler.

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