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Entrevista

"Ahora se producirán muchas cancelaciones y tendremos menos conectividad"

El presidente de la patronal hotelera de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, apuesta por hacer valer la baja incidencia de la pandemia en Canarias

José María Mañaricua, presidente de la FEHT. EFE

¿La decisión de Reino Unido de imponer cuarentena a los pasajeros procedentes de España supone una puñalada mortal para el sector turístico canario?

Me gustaría destacar, en primer lugar, el bajo nivel epidemiológico de Canarias: en los últimos catorce días es de 5,8 infectados cada 100.000 habitantes mientras que Reino Unido mantiene un ratio de 13,9. En Canarias estamos en una situación única porque tiene una de las mejores situaciones epidemiológicas de Europa. En segundo lugar, imponer una cuarentena a una región con una situación epidemiológica mejor que el país emisor es una contradicción, un contrasentido. La cuarentena es un mazazo. El 17 de julio empezaron las operaciones con Reino Unido y sus ratios de ocupación no eran muy altos. Ahora con la cuarentena se producirán muchas cancelaciones y algunas de esas frecuencias aéreas tendrán que decaer y tendremos menos conectividad. También había hoteles que tenían previsto reabrir en agosto, pero si la cuarentena se mantiene no lo harán.

Ahora estamos en temporada de verano, ¿pero está en peligro el invierno?

Más que estar en peligro, esto lo que supone son pasos hacia atrás. Somos un destino seguro y se han hecho bien las cosas desde el punto de vista sanitario y es un paso atrás. Supone una recesión de la recuperación. El boca a boca es efectivo. Transmite confianza y da a conocer la seguridad de las Islas. Esto puede paralizar las prescripciones de nuevos turistas y las recomendaciones entre ellos.

¿Se está produciendo una avalancha de cancelaciones?

En los próximos días conoceremos esos datos, aún es pronto. Es inevitable que haya. Hay gente que al volver está obligado a trabajar y no se puede permitir el lujo de no hacerlo. Seguro que el volumen de cancelaciones superará el 20%.

En Baleares se apunta incluso a un 70%.

No es de extrañar. La cuarentena es un impedimento a viajar porque muchas personas no tienen tres o cuatro semanas de vacaciones porque las reparte a lo largo del año.

Los hoteleros se ofrecen a costear tests a turistas antes de su vuelta a sus países. ¿Es una medida desesperada para hacer cambiar de parecer a Reino Unido?

El tema de los tests es que son voluntarios, no pueden ser obligados. Es algo que debería tomarse en el seno de la Unión Europea. Son competencias públicas, de Sanidad. Y si no van aparejadas de una norma, los clientes se pueden negar.

¿Cómo definiría la situación del sector turístico en este momento? ¿Qué perspectivas de futuro hay teniendo en cuenta que a la parálisis a la que obligó la pandemia se suman estos giros de última hora?

Desde el inicio de pandemia transmitimos que el turismo iba a ser el último sector en salir de la crisis en función de la evolución que fuésemos teniendo. Hasta que no aparezca una vacuna, vamos a sufrir vaivenes y habrá momentos mejores y momentos peores. Tenemos que poner en valor, por ello, que somos una de las comunidades europeas con el ratio de contagios más bajo. Eso estamos obligados a comunicarlo: tenemos unas condiciones climáticas, de seguridad y de salud únicas.

¿De qué vale si Reino Unido no da su brazo a torcer?

De nada. Nuestra esperanza es que el Gobierno británico, que ha dicho que va a monitorizar los casos, levanten la cuarentena a Canarias.

Y la extensión de los ERTE sigue aún sin respuesta concreta.

Esa es otra batalla. La crisis turística va a ir a más allá de septiembre y se deben prolongar al menos hasta diciembre. Si sigue el virus en febrero o marzo, tendrán que seguir existiendo ERTE hasta el año que viene. Hay que tener en cuenta que Canarias es una comunidad que vive del turismo.

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