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Informe anual de la economía canaria

Finales de 2019, un enfriamiento económico que el virus congeló

Los últimos meses del año anterior dibujaban una desaceleración del crecimiento que la pandemia convirtió en anecdótica

Durante los últimos meses del año pasado ya había signos de una desaceleración del crecimiento económico que alertaba a muchos expertos sobre la llegada de una próxima recesión. A muchos de esos expertos tal vez se les dibuje una sonrisa melancólica al recordar aquellas preocupaciones anteriores a la pandemia, cuando la amenaza era un decrecimiento y no una crisis mundial, que en el caso de Canarias ha dejado a cientos de miles de personas sin trabajo, con el motor económico sin ralentí y un futuro demasiado complicado ante las nuevas restricciones que hasta 150 países imponen para viajar hacia España.

Antes de que el mundo, y la economía, se rompieran en dos, 2019 daba señales de enfriamiento y ponía sobre la mesa una serie de problemas que, en opinión del secretario general de la CCE, José Cristóbal García, también se quedaron "confinados" en el pico de la crisis del coronavirus pero que volverán a hacer acto de presencia en el escenario mundial. Se refería García a un entorno exterior "completamente desfavorable" debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el brexit, el hecho de que España no tuviera presupuestos generales -que sigue sin tener-, unos problemas a los que se sumaron lo que el responsable de la Confederación Canaria de Empresarios calificó como cuestiones de "inestabilidad política y conflictos territoriales".

Dentro de este contexto planetario, Canarias volvió a demostrar que era distinta pues durante el periodo establecido entre 2007 y 2019 "ya se marca una diferencia importante" de las Islas con respecto al resto de España. La economía del Archipiélago perdió más actividad que el conjunto nacional, ya que cayó un 8,6% frente al 7,7% del resto del país.

La misma diferencia se produjo en cuanto al crecimiento económico, que en Canarias fue menor en el periodo de recuperación. Las Islas crecieron sólo un 5,3% mientras que la media del Estado fue del 7,5%. El motivo está claro, la alta dependencia que tiene el Archipiélago del exterior, que también explica la actual situación. En medio de una crisis mundial, Canarias, de nuevo, vuelve a sufrir más que el resto de regiones debido al cero turístico, en primer lugar, y ahora a la lenta recuperación que el sector afronta, lastrada enormemente por los últimos movimientos de Reino Unido.

El Archipiélago se asomó a 2020 con un crecimiento del 1,8% y un descenso de su principal arma, el turismo, que hacía gala de demasiados indicadores a la baja. La conectividad aérea quedó muy mermada por la quiebra de varias aerolíneas -como Germania- a las que dio la puntilla la bancarrota de Thomas Cook, que dejó al sector temblando en septiembre del año pasado. Precisamente, una de las compañías que más apostó por hacerse con los asientos que desaparecían con la marcha del turoperador británico fue Jet2, que el lunes cancelaba todos sus vuelos con las Islas, junto con TUI, después de que el Gobierno de Boris Johnson no sólo no retirara la cuarentena para Canarias, sino que diera un paso más al endurecer su estrategia con España, recomendando a sus ciudadanos que no viajaran a ninguno de los archipiélagos. A finales de año, Canarias había perdido más de 169.000 plazas aéreas internacionales, de las que más de la mitad unían las Islas con uno de sus mercados tradicionales, el alemán. Cuando 2019 dijo adiós, también lo hicieron casi medio millón de turistas extranjeros.

El empleo empezaba a caer

Con el turismo perdiendo fuelle, comenzaron a producirse las primeras señales de un empeoramiento del empleo del sector privado. El número de trabajadores en alta en las Islas aumentó un 1,5%, es decir, el avance más moderado registrado desde 2013, aunque también se suscribieron 852.113 contratos, el segundo mayor registro de la serie histórica disponible. Unos contratos, eso sí, de peor calidad. Sólo 97.627 fueron fijos, lo que supuso un descenso del 16,3%, mientras que 744.085 fueron temporales, un 1,8% más. Sin embargo, actualmente, según el secretario general de la CCE, "el 70 % de los contratos que hay en Canarias son indefinidos y un 30 % son temporales", unas décimas por encima de la media nacional.

Unas afiliaciones a la Seguridad Social que el coronavirus cortó en seco. El Covid-19 se propagó desde Wuhan de manera incontrolable hasta llegar a unas Islas más dependientes que nunca de un turismo que la pandemia cortó de manera radical. "Nosotros mostrábamos unas condiciones diferentes, más difíciles a la hora de afrontar esta crisis", aseguró García. La realidad, con casi el 40% de los canarios sin trabajo según la CCE, les da la razón.

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