La dirección de Nissan ha abierto este miércoles la puerta a la posibilidad de negociar otra extensión a la fecha anunciada de cierre de las plantas de Barcelona más allá de junio de 2021, y a estudiar alternativas para la recolocación de los trabajadores con el fin de reducir la afectación del ERE.

La compañía, que planea cesar su actividad en las plantas barcelonesas de Zona Franca, Montcada i Reixach y Sant Andreu de la Barca en diciembre de este año y despedir a 2.525 trabajadores, ha mantenido una nueva reunión de mediación con la representación de los trabajadores, aunque el encuentro, el sexto que llevan a cabo, ha acabado nuevamente sin acuerdo. Las dos partes volverán a verse este jueves, en la que será la última reunión del período de consultas.

La empresa ha puesto sobre la mesa diversas propuestas para intentar acercar posiciones, pero los sindicatos han vuelto a reclamar la retirada del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) como condición para negociar.

En la reunión de ete miércoles, la multinacional ha accedido a establecer una mesa de trabajo para el estudio de posibles opciones de reindustrialización de las plantas afectadas por el cierre, ha explicado Nissan en un comunicado.

Esta mesa, en la que participarían "todos los actores necesarios", no solo se encargaría de buscar alternativas de viabilidad de las plantas afectadas, sino también de ayudar a empresas proveedoras a encontrar alternativas de carga de trabajo adicional. En este sentido, se ha acordado una reunión con la participación de administraciones públicas, empresa y parte social "para definir las bases y objetivos de esa mesa de trabajo".

La multinacional también se ha mostrado dispuesta a gestionar el excedente de personal existente, siempre que la plantilla, en huelga desde principios de mayo, se comprometa a reiniciar la actividad productiva. nAl respecto, la compañía mantiene la propuesta de no realizar despidos traumáticos hasta diciembre de 2020.

También ha movido ficha en la fecha de cierre de las plantas, prevista inicialmente para diciembre de 2020, pero que la empresa se comprometió hace unos días a aplazar hasta junio de 2021 a cambio de que se pusiera fin a la huelga. Ahora, la dirección ha abierto la puerta a la posibilidad de negociar otro aplazamiento de la fecha de cierre más allá de junio de 2021 "si se logra gestionar el excedente de personal y siempre bajo un acuerdo entre las partes".

Nissan, además, está dispuesta a estudiar alternativas de recolocación, con el objetivo de reducir la afectación del ERE, y ha puesto sobre la mesa un plan social con indemnizaciones para la plantilla. El objetivo, explica Nissan, es alcanzar un acuerdo antes de este jueves, cuando finaliza el período de consultas, y que este acuerdo incluya el reinicio de la producción tras la parada técnica de verano.

En caso de que no se llegue a un acuerdo, "la compañía tendrá que seguir adelante con el calendario previsto de acuerdo al proceso legal en curso e implementar la solución menos deseada para todas las partes", advierte Nissan. El comité de empresa, sin embargo, asegura que la empresa llega a las reuniones "con el mismo guión", con las "intervenciones muy marcadas y rígidas" y con las decisiones ya tomadas.

"Da la sensación de que (los representantes) son simples marionetas que las manejan desde Nissan Europa para cerrar el expediente lo más rápido posible, sin tener el más mínimo miramiento con una plantilla que se ha dejado la vida sacando beneficios para esta multinacional durante más de cuarenta años", sostiene el comité en un comunicado.

Este jueves, agregan los sindicatos, se acaba un período de consultas que nació "viciado" y en el que la dirección ha jugado, desde el principio, "con la amenaza" y el "chantaje" para obligar al comité a negociar el cierre de las plantas. Según el comité, en la reunión de mañana en Barcelona participará también un representante del Ministerio de Industria. La clave para alcanzar un acuerdo, subrayan los sindicatos, será que no haya despidos.