La pérdida de recaudación y el aumento del gasto para combatir la COVID-19 ha situado el déficit público hasta mayo -sin corporaciones locales- en el 4,20 % del PIB (46.954 millones de euros), casi el triple que un año antes, casi el doble que un mes antes y muy por encima del 2,8 % del PIB de 2019. Esta situación provocará que en los próximos meses el déficit público siga creciendo hasta situarse en el entorno del 10,34 % del PIB que prevé el Gobierno para el cierre del año.

El Ministerio de Hacienda ha publicado también este jueves el déficit del Estado acumulado hasta junio, que son 48.767 millones equivalentes al 4,38 % del PIB. El déficit estatal es consecuencia de una caída anual de los ingresos del 14,4 %, hasta 81.018 millones, y de un aumento del gasto un 23,7 %, hasta 129.785 millones.

Los recursos impositivos, que representan el 81,3 % el total, se situaron en 65.837 millones, lo que supone una disminución de la recaudación del 18,1 %. Retroceden prácticamente todas las figuras tributarias, con una caída del 18 % de los ingresos por IVA, hasta 33.634 millones, debido al menor consumo por la caída de la actividad, entre otras cosas. El parón de la actividad también mermó la recaudación del impuesto de sociedades, que bajó un 10,6 %, y la del IRPF, que lo hizo un 28,7 %.

En el capítulo de gasto el aumento más destacado es el de las transferencias a las comunidades autónomas, tanto por la actualización de las entregas a cuenta realizada en marzo y abril, como por los anticipos a cuenta de la liquidación definitiva del ejercicio 2018.

Entre el resto de operaciones, destacan los cerca de 1.000 millones de gastos relacionados con la pandemia, de los que 806 millones se registran en los consumos intermedios, además de la transferencia realizada a la Seguridad Social para el equilibrio económico de sus cuentas tras la pandemia.

Los consumos intermedios crecieron un 22 % por los gastos originados en el Sistema Nacional de Salud derivados de la COVID-19, sin correspondencia en 2019, mientras que la remuneración de asalariados aumentó un 0,9 % debido a la subida del 2 % de 2020.

Hacienda destaca también el incremento de la inversión en un 78,5 %, fundamentalmente por la operación de reversión de las autopistas de peaje en 2020 (AP4 y AP7) de carácter no recurrente, por importe de 1.745 millones, que no tiene incidencia en el déficit.

Las comunidades autónomas registraron un déficit de apenas 929 millones hasta mayo, lo que supone el 0,08 % del PIB, frente al déficit del 0,36% del PIB registrado hace un año, debido a los recursos movilizados por el Estado para que pudieran hacer frente a la emergencia provocada por la COVID-19. Hasta mayo supusieron en torno a unos 6.900 millones sin correspondencia en el mismo periodo de 2019.

Todas las autonomías, salvo Madrid y Navarra, registraron en mayo un comportamiento más positivo que hace un año, con nueve regiones en superávit (Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Murcia, La Rioja y País Vasco) y una en equilibrio presupuestario (Cantabria).