Las matriculaciones de turismos y todoterrenos descendió en julio en Canarias un 48,49% respecto al mismo mes de 2019, lo que supone el peor dato de toda España. En lo que va de año la caída alcanza el 52,9% motivada, en buena medida, por el hundimiento del negocio de rent-a-car tras el cierre de fronteras y el obligado cero turístico desde marzo a causa de la pandemia de la Covid-19. Ese mercado significaban para los concesionarios de las Islas entre el 25 y el 30% del total de las ventas, en julio las operaciones de compraventa a este sector cayeron con cifras superiores al 92%, mientras que en los coches de empresa y particulares fue del 16,4% y del 13,96% respectivamente.

Frente al dato negativo en el Archipiélago, la media nacional es positiva, con una subida el mes pasado de un 1,1%, y excepto Murcia, con un negativo 27,6%, todas las comunidades están por debajo del 5%, nueve de ellas registran datos de aumento.

Por provincias, en Las Palmas la venta de turismo cayó un 62% y el 47% los todoterrenos y en Santa Cruz de Tenerife la caída fue del 32% para los primeros y del 26,7% los segundos.

Desde la federación regional de importadores y concesionarios de Canarias (Fredica) subrayan que la enorme dependencia de la economía insular del turismo y la actual situación de incertidumbre económica puede estar paralizando decisiones de compra de vehículos nuevos y redirigiendo las ventas al mercado del vehículo usado, más aún cuando la necesidad de liquidez por parte de las empresas de alquiler ha incrementado la oferta. Esto, subraya la patronal, explicaría el resultado dispar de las matriculaciones de Canarias respecto al resto de comunidades españolas.

Por su parte Aconauto hace hincapié en el daño que para el sector está suponiendo la tardanza por parte del Gobierno de Canarias en aprobar un Plan Moves propio, como sí lo han hecho País Vasco y Navarra. De hecho, estas han registrado en julio un aumento de matriculaciones de un 34,1% y un 21,23%, respectivamente.