Argentina alcanzó un principio de acuerdo con sus acreedores para reestructurar su alta deuda externa, que se espera sea formalizado en los próximos días, y se aleja de una eventual nueva suspensión de pagos en un momento marcado por el agravamiento de la recesión que arrastra el país desde 2018.

Tras varios meses de intensas negociaciones, ofertas y contraofertas de las partes, el Ministerio de Economía informó en la madrugada de este martes que llegó a un entendimiento con los tres principales grupos de acreedores privados para reestructurar bonos bajo legislación extranjera por 66.238 millones de dólares.

Este desenlace, añadía el comunicado oficial, permitirá otorgarle al país "un alivio de deuda significativo", que el propio presidente, Alberto Fernández, cifró este martes, durante el lanzamiento de un plan de créditos para la construcción y refacción de viviendas, en un ahorro de 37.700 millones de dólares de la deuda asumida en los próximos 10 años.

Minutos antes, el mandatario había considerado, en una entrevista, que el país tiene ahora "despejado el horizonte" adonde quiere llegar.

También los acreedores celebraron haber limado asperezas. "El acuerdo es un buen resultado para todos los participantes y ofrece una oferta que todos los acreedores deberían apoyar", señalaron el Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Tenedores de Bonos de Canje, que, en conjunto, aseguran poseer cerca de un tercio de los títulos a reestructurar.

Los tres grupos remarcaron que les complace haber llegado a un principio de acuerdo con Argentina para una propuesta que "proporcionará al país el alivio económico necesario y el camino sostenible que necesita a raíz de la Covid-19".

También celebró la noticia Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, organismo con el que Argentina está en conversaciones para concretar el pago de un préstamo de 44.000 millones de dólares recibido desde 2018.

"Felicidades al presidente @alferdez y Ministro @Martin_M_Guzman y los principales grupos de acreedores de Argentina por llegar a un acuerdo de principio sobre la deuda del país. Un paso muy significativo. Esperamos una conclusión exitosa en interés de todos", señaló en su cuenta de Twitter.

El acuerdo alcanzado con los tres mayores grupos y otros tenedores de deuda supondrá canjear bonos emitidos en 2005 y 2010 y a partir de 2016 por nuevos títulos en dólares y euros con vencimientos en 2029, 2030 y 2038.

En el acuerdo anunciado por Argentina, para cuya formalización se dio de plazo hasta el próximo 24 de agosto, se dice que el país "ajustará algunas de las fechas de pago contempladas para los nuevos bonos" establecidas en su última propuesta de canje presentada el pasado 6 de julio.

"Sin aumentar el monto total de los pagos de capital o los pagos de interés que Argentina se compromete a realizar y mejorando al mismo tiempo el valor de la propuesta para la comunidad acreedora", señala el documento.

El Gobierno de Fernández y los acreedores llegan así a su mayor entendimiento desde que en abril pasado el país lanzó su primera oferta, que no recibió el mínimo de adhesión necesario, tras lo que se alargó el plazo en varias ocasiones mientras ambas partes intercambiaban, con idas y venidas, alternativas de reestructuración.

Fue el pasado 6 de julio cuando el Ejecutivo formalizó la que insistió era su última y definitiva oferta, con mejoras respecto a la primera, pero que fue rechazada por los tres mayores grupos, que respondieron con una contraoferta conjunta.

Según expertos, la diferencia entre ambas propuestas era mínima.

Se aleja una nueva suspensión de pagos

A finales de mayo, en medio de las negociaciones, Argentina no pagó 500 millones de dólares de intereses por tres títulos en discusión, lo que hizo entrar al país en un cese de pagos o 'default' selectivo.

Fernández insiste desde hace meses que él no es "el presidente del 'default'", sino que es el que lo precedió, en alusión a Mauricio Macri, en cuyo Gobierno, en agosto pasado y en medio de severas tensiones financieras, se aplazó el pago de títulos de corto plazo y se anunció una negociación para extender vencimientos de deudas de medio y largo plazo con los acreedores privados y con el FMI.

Una vez quede resuelto el conflicto de la deuda bajo ley extranjera, el Gobierno busca solucionar el canje con los tenedores de 41.714 millones de dólares de deuda bajo ley local.