Apoyado por el aumento del volumen de negocio y de los ingresos brutos, así como por la reducción de los gastos de explotación, entre otros, Grupo Cooperativo Cajamar obtuvo en el primer semestre un resultado consolidado neto de 18,2 millones de euros, un 61,2% inferior al que se anotó entre enero y junio del año pasado. El motivo expuesto por la entidad es el refuerzo de las coberturas, a las que ha destinado 75 millones de euros para estar preparado ante los estragos que la pandemia va provocar en las familiar y las empresas.

Los impagos van a crecer, como ocurre siempre que se incrementa el desempleo, y los bancos han de estar preparados para hacerles frente. Eso es lo que ha determinado Cajamar, a pesar de que con ello se hunda su beneficio.

Por otra parte, en un entorno desfavorable de tipos de interés, la banca cooperativa Cajamar logró elevar los ingresos por margen de intereses, ayudada por el ahorro de los costes financieros, mientras que el magen bruto recurrente creció un 10,4 % interanual.

La reducción de los gastos de administración fue del 2,4% en comparación con el primer semestre de 2019 y eso contribuyó a mejorar la ratio de eficiencia recurrente en 7,2 puntos hasta alcanzar el 57,1%.

La entidad mantuvo la estrategia de sanear el balance y reforzar las coberturas de riesgo de crédito. Así, entre enero y junio logró mejorar su calidad crediticia, al destinar 75 millones de euros al aumento de las coberturas. Eso llevó el índice de protección de la morosidad hasta el 55,6%.