Las islas menores, las más tranquilas y con menos incidencia del Covid-19, se han convertido en el destino preferido este verano de los canarios para pasar sus vacaciones. La imposibilidad de viajar por las restricciones del coronavirus han hecho que los isleños descarten destinos como el Caribe, Grecia, Turquía o Egipto. La Palma, La Gomera y El Hierro, donde está más implantada la oferta de turismo relacionada con el medio rural y los pequeños establecimientos, se convierten en los lugares favoritos para pasar unos días de relax.

Los establecimientos de viviendas vacacionales o los rurales están prácticamente con total ocupación y sin posibilidad de reservas para los próximos meses. Sin embargo, los grandes establecimientos hoteleros, con los que sí cuenta la isla de La Palma y que ya abrieron sus puertas, apenas reciben huéspedes en estos días. En mayor o menor medida, estas tres islas están preparadas para el nuevo modelo turístico que exige el mercado, tendente a experiencias familiares e individualizadas, alejados de los espacios masivos y con mayor dificultad de control sanitario que pueden ofrecer las grandes instalaciones hoteleras presentes en el resto de islas.

Turismo de naturaleza

El turismo rural y activo de naturaleza sigue consolidándose como la preferencia de los viajeros a estas islas, incluso por encima de la media de los últimos años, gracias a la demanda de viajeros nacionales y sobre todo regionales, que ven esta fórmula como la más segura dentro de las actuales circunstancias sanitarias. Así, El Hierro alcanzó el cien por cien de ocupación durante el mes de julio y ya no hay posibilidad de encontrar una cama en este de agosto. La Isla del Meridiano supera las cifras habituales en estas fechas y vive un momento similar al de la celebración de la Bajada de la Virgen de Los Reyes, de máxima afluencia.

La consejera de Turismo herreña, Lucía Fuentes, mostró la satisfacción que reina entre los establecimientos alojativos, pequeños hoteles, viviendas vacacionales, casas rurales y restaurantes y bares de la isla, que tras la incertidumbre del regreso a la actividad tras el estado de alarma ven cómo ahora superan las expectativas de un verano sin pandemia. Por eso, Fuentes destaca que El Hierro es "un destino seguro" y que en este lleno completo juega como ventaja carecer de grandes hoteles. Por contra, abundan "los hoteles pequeñitos o casar rurales para vacaciones en familia con el mínimo contacto posible con otras gentes". Este tipo de establecimientos, junto al hecho de ser un destino alejado de los lugares donde proliferan los rebrotes, "nos benefician", destaca la consejera.

El Hierro, que en estas fechas está recibiendo sobre todo la visita de turistas canarios, cuenta con 501 unidades alojativas y 2.458 camas. Solo dispone de un gran hotel, el Parador Nacional, que tiene 94 camas, y otros pequeños hoteles con 34 camas o que apenas alcanzan las 20 plazas. Y estas cifras podrían ser mayores si contaran con más camas, ya que Lucía Fuentes hace hincapié en que "todos los días llegan solicitudes para encontrar alojamientos", lo que está generando "un gran movimiento económico" del que se están beneficiando todos los subsectores.

Controles en El Hierro

Quienes sí tienen una plaza alojativa reciben información sobre los principales recursos sanitarios de la Isla y las medias preventivas frente al Covid-19 nada más llegar al aeropuerto o al puerto de La Estaca, medidas puestas en marcha para garantizar que la isla herreña continúe siendo un territorio libre de coronavirus.

Mientas, La Gomera superó el 80% de ocupación durante el mes de julio. Estas cifras están vinculadas principalmente a la llegada de turistas canarios y, en menor medida, peninsulares. El resultado es un número de pernoctaciones mayor al de veranos de años anteriores. Quienes eligen la Isla Colombina realizan su reserva para más de una semana de estancia, al contrario de lo que sucedía otros años con periodos más cortos y en fechas concretas.

Del mismo modo, el gasto medio por turista en La Gomera se incrementó en estos días hasta 120 euros, lo que genera un movimiento económico en la isla que beneficia a todo el tejido comercial gomero, desde establecimientos de alimentación al sector servicios o bares y restaurantes. La previsión a corto plazo de las autoridades gomeras son positivas y apuntan a la plena ocupación durante este mes de agosto. La apuesta de Turismo de La Gomera en las campañas publicitarias de los mercados regional y nacional le permiten ser uno de los destinos favoritos entre los canarios y quienes llegan desde la Península, que pueden disfrutar de una oferta que apoya la puesta en valor de los recursos de la Isla, en especial la naturaleza.

Mucho tienen que ver en el éxito del destino de La Gomera la promoción internacional y publicaciones de diarios como el británico The Sun , que la sitúa como destino seguro para pasar las vacaciones de verano, proyectando la noticia en uno de los principales mercados europeos como es Reino Unido. El tabloide hace referencia a las singularidades naturales, culturales y gastronómicas de La Gomera, así como a las posibilidades de alojamiento independiente que ofrecen pequeños establecimientos.

Por su parte, La Palma está en el límite de la alta vulnerabilidad a causa de su gran dependencia de los mercados internacionales y de la conectividad aérea que no está consolidada aún tras la salida del estado de alarma. La pérdida de conexiones con algunos destinos europeos y, sobre todo, la incertidumbre que genera en el sector el desconocimiento de la programación de cara a los próximos meses de los turoperadores europeos hace que los alojamientos de la isla no alcancen aún grandes niveles de reservas de cara a los próximos meses.

Situación en La Palma

Aun así, las casi más de 10.000 camas extrahoteleras con las que cuenta La Palma tienen importantes cifras de ocupación hasta el mes de septiembre. Es prácticamente imposible conseguir una cama en las denominadas casitas de turismo rural de la Isla Bonita. En una dinámica muy distinta, las 4.000 camas vinculadas a establecimientos tradicionales y grandes hoteles, más dependientes de la turoperación, sí están sufriendo la caída de la demanda.

En La Palma es más perceptible el cambio de dinámica de las preferencias de los turistas que visitan las Islas, con los principales centros turísticos de Los Cancajos y Puerto Naos con ocupaciones poco significativas y caídas de hasta el 80% respecto a otras campañas de verano. Esta inercia en La Palma, La Gomera y El Hierro se ve reforzada por el cambio de preferencias del turista, que ya no acude a las agencias y turoperadores para reservar su paquete de vacaciones, sino que opta por elegir de forma directa las preferencias de sus viajes, aislándose del contacto con otros turistas y disfrutando de los encantos de las islas más tranquilas con otro ritmo.