La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El 71% de los negocios de actividades para turistas se ahoga sin extranjeros

La mitad de las empresas de turismo activo de Canarias registran una caída de la facturación del 50% y siete de cada diez asegura pasar dificultades económicas

Visitantes en Marina Rubicón. LP

El turismo activo afronta la recuperación de su actividad con ganas pero no sin las dificultades generadas por la pandemia. La irrupción del coronavirus ha puesto patas arriba al país y, en el caso concreto de Canarias, ha golpeado con dureza a su principal motor: el turismo. El 35% del Producto Interior Bruto (PIB) del Archipiélago, así como el 40% de los empleos de la región, dependen directamente de la actividad turística. Dentro de este segmento se encuentra el turismo activo, que a través de actividades de ocio en contacto con la naturaleza y el deporte ofrece a los visitantes una forma diferente de disfrutar de las Islas. Este nicho económico no es ajeno a la realidad que ha traído la crisis del Covid-19. Aún permanecen cerradas el 35% de las empresas de este sector y el 71% -siete de cada diez- reconoce pasar dificultades económicas. Casi la mitad de los negocios -un 49%, en concreto- estima que el frenazo económico al que obligó la pandemia le ha producido una pérdida de más del 50% de su facturación. De éstos, según una encuesta realizada por la Asociación Canaria de Turismo Activo (Activa Canarias), casi el 60% cree que su facturación caerá más del 70%.

Canarias busca recuperar de forma paulatina su normalidad turística tras el inédito cero al que condujo el estado de alerta sanitaria decretado a mitad de marzo. A finales de julio, cuando el Archipiélago se encaminaba a cerrar el mes con un 48% de la conectividad aérea, el Gobierno de Boris Johnson descarriló la ansiada recuperación. Reino Unido, el principal mercado emisor de turistas de las Islas, impuso una cuarentena de dos semanas para los viajeros procedentes de cualquier punto de España que todavía se resiste a levantar. La oleada de cancelaciones y retroceso en las reservas no se hizo esperar. Tampoco la pérdida de plazas con el país británico. Jet2 y TUI decidieron dejar de volar con las Islas hasta que Londres modifique su decisión, lo que se traduce en una pérdida de más de 22.000 plazas aéreas semanales. Ante tal panorama, el sector se agarra al turismo local y peninsular para salvar la temporada actual a la espera de un invierno, la temporada alta de la región, con más llegadas internacionales. Activa Canarias señala que, en el caso del segmento al que representa, el mercado local está salvando el verano debido, principalmente, a los desplazamientos entre islas. Recalca, en cualquier caso, que "es insuficiente". La asociación es positiva y, a pesar de los dificultades, confía en que el destino Canarias continúe funcionando en el futuro. "El sector ha hecho un gran trabajo previo para establecer las medidas preventivas de seguridad e higiene y la asociación ha colaborado en el Proyecto Canarias Fortaleza del Gobierno de Canarias con el objetivo de liderar el cambio hacia un destino sanitariamente seguro con un impacto positivo en la imagen del Archipiélago", sostiene.

Los negocios que todavía permanecen cerrados son aquellos que están más ligados al trabajo con los establecimientos hoteleros. En el momento de la realización de la encuesta por parte de Activa Canarias -entre mayo y junio, cuando aún estaba vigente el estado de alerta sanitaria y las diferentes fases de la desescalada-, el 84% de las empresas del sector habían parado su actividad frente al 35% de las que aún siguen en tal situación.

La asociación señala que para el sector fue muy importante que tanto en el ámbito estatal como en el regional se diera un respiro a las actividades de ocio y deporte al aire libre durante el proceso de desconfinamiento. Esta mención específica permitió al turismo activo ser uno de los primeros sectores que pudo retomar la actividad debido, precisamente, a que tiene lugar en espacios abiertos.

El Archipiélago se enfrenta a un futuro incierto. CEOE-Tenerife advirtió hace una semana y media que el PIB de las Islas podría caer hasta un 25% por el veto británico. El sector turístico, que trata de sortear los baches del camino, reclama que se concrete ya, y no en septiembre, la flexibilización y prolongación de los ERTE. Y no solo hasta final de año, sino, incluso, hasta abril de 2021.

Durante el primer semestre de este ejercicio, y debido al fuerte impacto del coronavirus, Canarias perdió unos 3,87 millones de visitantes extranjeros y 4.794 millones de euros de gasto. La previsión del Ejecutivo regional era alcanzar en diciembre en torno al 60% de la actividad turística registrada en el mismo mes del año anterior. Aun así, la estimación es cerrar el ejercicio con una caída media del 66% de los turistas. Es decir, que el Archipiélago se expone a perder casi 10.000 millones de euros en facturación turística.

En los últimos años se ha potenciado las cualidades que ofrecen las Islas para la práctica de actividades de ocio al aire libre, como el buceo, la escalada, las carreras de orientación o el golf, para atraer a clientes que busquen algo más que sol y playa. No hay que perder de vista que el turista que se desplaza a las Islas para practicar deportes o actividades en la naturaleza desembolsa durante su estancia una media de 1.302 y 1.213 euros, respectivamente, frente a los 1.196 de la media, según el último informe sobre el perfil del turista de actividades deportivas y en naturaleza publicado por Promotur. Un filón muy valorado en la región.

La facturación media de las empresas de turismo activo del Archipiélago, aquellas dedicadas a prestar servicios relacionadas con actividades de ocio y deportivas al aire libre y en contacto con la naturaleza, es de uno 50.000 euros, según la Asociación Canaria de Turismo Activo (Activa Canarias). El 80% factura, indica, 60.000 euros o menos. El impacto del virus también alcanza a este segmento, cuyos negocios tienen dos o menos trabajadores por cuenta ajena. El 29%, de hecho, no tiene empleados. El 84% de las empresas habían parado su actividad entre mayo y junio como consecuencia del frenazo económico que impuso la pandemia para evitar un mayor número de contagios. Activa Canarias estima que todavía siguen sin cerradas un 35% de los negocios. Por eso también se da un impacto en el ámbito laboral. Las reestructuraciones de plantilla se abordaron a través de bajas. Es decir, al ser en su mayoría autónomos, decidieron darse de baja para poder solicitar las ayudas por cese de actividad, según apunta la asociación. Solo una empresa, destaca, optó por mantener a toda su plantilla y el resto acometió un ERTE.

Compartir el artículo

stats