Bélgica pasa del verde al ámbar a la mitad del Archipiélago. Su departamento de Relaciones Exteriores actualizó esta semana las recomendaciones para los viajes de sus ciudadanos al exterior y, a tenor del repunte de la pandemia, las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura pasan a ser destinos en los que se recomienda extremar la precaución.

Según el particular sistema semafórico del gobierno belga para indicar la peligrosidad de cada país o zona de vacaciones, a los puntos 'pintados' en rojo está prohibido viajar excepto que sea por razones esenciales -es el caso en España de Aragón; comunidad autónoma de Madrid; Navarra; País Vasco; las provincias de Barcelona y Lleida; provincias de Soria y Burgos; Almería; Baleares e Iscar y Pedrajas de San Esteban en Valladolid- y para los ámbar o naranja se recomienda someterse a una cuarentena voluntaria al regreso. La provincia de Santa Cruz de Tenerife, en pleno, continúa en 'verde' en el semáforo Covid-19. De hecho, son las islas preferidas por los belgas. En 2019 el 50% de los 400.098 que eligieron Canarias para pasar sus vacaciones se decantaron por Tenerife.

Depende de la evolución de la incidencia de la enfermedad que Canarias 'cambie de color'. El semáforo belga se actualiza diariamente. El lunes mismo el turoperador TUI tuvo que poner en marcha con urgencia un operativo de repatriación a fin de enviar a Almería y Baleares 20 aviones vacíos para sacar de España a lo largo de la semana a alrededor de 3.500 personas que pasaban sus vacaciones en estas zonas y a los que el pase del ámbar al rojo los pilló in situ. Ahora deberán, sí o sí, confinarse las obligadas dos semanas.

Si Canarias no logra embridar al virus, Bélgica seguirá los pasos del Reino Unido y Países bajos incluyendo a Canarias en su lista negra. Alemania, también mantiene al Archipiélago bajo el foco. El lunes el instituto de salud pública alemán Robert Koch mantuvo al Archipiélago a salvo de las restricciones para sus residentes; el mañana habrá una nueva revisión de la evolución de la pandemia, si el número de contagios por 100.000 habitantes sobrepasa los 50 -ahora en 41,5- Berlín cerrará el corredor turístico con las Islas, el único que mantiene abierto en España. Significaría perder la temporada de invierno y la puntilla para el sector en las Islas, después de que Reino Unido tomara una decisión similar en julio, y por ende para la economía regional. Del turismo depende el 34% del PIB de las Islas, prácticamente el 40% del empleo.

La situación es igual de grave en todo el mundo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertaba precisamente ayer de que unos 120 millones de empleos en el sector turístico están en peligro a como resultado de la pandemia de coronavirus, por lo que apela a reconstruir el turismo de forma segura y equitativa, respetando el medio ambiente.

"En los primeros cinco meses de este año, las llegadas de turistas internacionales cayeron más de la mitad y se perdieron unos 320.000 millones de dólares (270.845 millones de euros) en exportaciones del turismo", destacó en una declaración. "En total, unos 120 millones de empleos directos en el turismo están en peligro", subrayó.

Los confinamientos, el cierre de fronteras y la suspensión de vuelos que se han decretado en muchas partes del mundo para frenar la propagación de la Covid-19 han golpeado especialmente a los países en vías de desarrollo, incluida África. "Es imperativo que reconstruyamos el sector turístico" de manera "segura, equitativa y respetuosa con el clima" y así "asegurarnos de que el turismo recupere su posición como proveedor de empleos decentes, ingresos estables y la protección de nuestro patrimonio cultural y natural", defiende el jefe de la ONU.

Guterres identifica cinco prioridades para la recuperación del turismo a nivel mundial: mitigar los efectos socioeconómicos en los medios de vida, en particular el empleo y la seguridad económica de las mujeres; impulsar la competitividad y crear capacidad de recuperación; avanzar en la innovación y la transformación digital del turismo; fomentar la sostenibilidad y el crecimiento verde; y dedicar mayor atención a la coordinación y al liderazgo responsable.