Los hoteles, apartamentos, bares, restaurantes o tiendas de souvenirs están entre los principales damnificados por las consecuencias de la pandemia en la economía y el empleo, pero hay una actividad, por su dimensión, que atraviesa una encrucijada si cabe más difícil de superar: la aviación comercial. De la noche a la mañana, las aerolíneas se han quedado sin pasajeros con los que llenar sus aviones, y cuando parecía que la situación empezaba a mejorar con la reapertura de fronteras, la segunda oleada de casos de coronavirus en España ha dado lugar al veto de decenas de países a volar al país, incluidas las Islas. Un cúmulo de infortunios que obliga a las compañías a buscar fórmulas más o menos imaginativas para sobrevivir, incluidas las nacionales Air Europa e Iberia.

Globalia, la matriz de Air Europa que también tiene intereses en los sectores hotelero y de las agencias de viajes, ya ha formalizado la solicitud, según adelantó ayer la agencia Efe, de hasta 400 millones de euros del fondo de rescate y solvencia de empresas estratégicas. Las dificultades financieras de Air Europa, que el año pasado trajo a 835.565 pasajeros a las dos islas capitalinas, se agravan cada día, máxime con la actual paralización de la actividad, de ahí que la inyección del fondo de rescate (es el Gobierno el que tiene la última palabra y la empresa rescatada no podrá repartir ni bonus ni dividendos) sea vital para su supervivencia pero también para el acuerdo con Iberia.

Iberia iba a comprar la compañía de Globalia, tal como se pactó en noviembre, por unos mil millones más hacerse cargo de las deudas. Pero el coronavirus hace inviable la operación en los términos pactados, ya que Iberia, en las actuales circunstancias, ni puede ni está dispuesta a correr con la deuda de Air Europa. La inyección de liquidez pública puede ser así clave para desatascar una operación que también se complica por el difícil momento que sufre la matriz de Iberia: el grupo hispanobritánico IAG.

El grupo, del que también forman parte Vueling, British Airways y Air Lingus, lleva hoy a su junta de accionistas una ampliación de capital de hasta 2.750 millones para recapitalizar la entidad, que en el primer semestre del año perdió 3.800 millones de euros. Qatar Airways, con una cuarta parte del capital social del grupo, ya ha dicho que apoyará la recapitalización.

En este contexto, no resulta extraño que Pedro Sánchez, según publicó El País este domingo, esté considerando rebajas de impuestos en favor de las empresas turísticas, incluida una posible rebaja de las tasas aeroportuarias. Una medida con la que, además, contentaría a Ciudadanos (Cs) de cara a ganarse el apoyo de los naranjas a los presupuestos generales del Estado.