Carlos Pinilla, socio responsable del Departamento Laboral de Garrigues en Canarias, señaló ayer que la reforma supone un paso adelante porque "introduce mecanismos que antes el empresario no podía utilizar de manera unilateral y ahora sí puede hacerlo", señaló. El experto en prácticas laborales no consideró que la eliminación de los trámites administrativos a la hora de declarar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) provoque que más empresas opten por esta salida en un momento de crisis. "En esta reforma hay muchos mecanismos para poder reestructurar sin necesidad de despedir, por eso tengo dudas de que necesariamente haya que pasar siempre por un despido colectivo", declaró.

Durante una jornada de difusión de la reforma laboral para más de 300 empresarios organizada por la Cámara de Comercio y Garrigues, Pinilla destacó que hasta ahora "el ajuste de la economía española se ha producido principalmente vía despidos y no a través de modificaciones de las condiciones de trabajo, como se hace en esta reforma".

Abrirse paso

Esta visión fue compartida por algunos de los asistentes a la conferencia. "Hay que cambiar la raíz para que las empresas que quieran abrirse paso en España puedan hacerlo", afirmó Agustín Hernández, propietario de una asesoría laboral. Otros, sin embargo, tenían sus dudas. "No sé si es positiva o negativa, porque algunos datos son algo preocupantes en cuanto a pérdida de derechos", señaló Elena Toledo, representante de una cadena hotelera.

Para el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Juan Acosta, "si hay que despedir a dos o tres empleados para salvar a veinte, habrá que hacerlo". Así de contundente se expresó sobre las facilidades que la nueva reforma laboral da a los empresarios reducir sus plantillas. "Esta era una reforma necesaria, incluyendo los despidos más baratos, porque hay situaciones en las que el empresario se ve obligado a salvarse", afirmó.