El ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, aseguró durante una conferencia en Elche que la revisión de la Ley de Costas que está elaborando el Ministerio de Medio Ambiente no dará la posibilidad de hacer "barrabasadas". Según afirmó, el objetivo es "incorporar y añadir valor a la actividad turística".

"Hay que hacer compatible la preservación del entorno con el aprovechamiento de la costa", afirmó el ministro ante 300 empresarios ilicitanos en el hotel Huerto del Cura.

Soria aseguró que la reforma de la Ley de Costas en que trabaja el departamento de Miguel Arias Cañete -ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente- servirá para "hacer cosas con sentido común". Según explicó, se trata de "tener equipamientos, instalaciones, chiringuitos, que puedan ser un factor de atracción para los turistas que visitan" las playas españolas. "No hablamos de montar un hotel en la orilla de la playa", enfatizó José Manuel Soria.

Además, el ministro añadió que la nueva norma cumplirá el propósito de "resolver el problema de personas que llevan toda su vida viviendo en un piso en la costa" y que se ven afectadas por "un marco normativo de hace cinco, diez o quince años que pretende que, de la noche a la mañana, no sigan disponiendo de esa propiedad".

Turismo a la carta

Horas después de ofrecer esta conferencia en Elche, el ministro se trasladó al Club Información de Alicante, donde estuvo acompañado por el presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra.

En esta ocasión, Soria se refirió al peligro que supone el incremento de la competencia turística mundial. Contra ello, el también presidente del PP en Canarias abogó por "hacer y ofrecer cosas distintas". Es decir, ofrecer un modelo de "turismo a la carta" capaz de fidelizar a los clientes para que regresen a los destinos españoles.

Sobre la posibilidad de que España finalmente sea el país elegido para instaurar el macroproyecto del juego denominado Eurovegas, el ministro lo calificó como una oportunidad "extraordinaria" y afirmó que el país está ante la ocasión de convertirse "en el gran hub europeo de congresos de seis y siete mil personas". "Ojalá se hubieran fijado en Canarias", afirmó.